Hay quien dice que la suerte es que este mismo jueves, en Termas de Río Hondo, en Argentina, arranca el segundo gran premio de esta larguísima temporada, compuesta por 21 fines de semana y 42 carreras. Eso, dicen, hará que solo se hable del tremendo impacto que Marc Márquez (Honda) tuvo contra el portugués Miguel Oliveira (Aprilia), a quien dejó sobre la pista mientras 67.000 portugueses, que habían acudido al circuito de Portimao (Portugal) a verle subirse al podio, protestaban y le decían de todo el campeonísimo catalán.
Márquez, que fue el primero que atendió a Oliveira en la pista, el primer que pidió perdón mientras caminaba cabizbajo hacia el muro, lamentó el incidente, se culpó de todo, aunque dijo que su rueda delantera se hablia “extrañamente bloqueado” y celebró que Oliveira solo sufriese un fuerte golpe en su cadera derecha.
El perdón de Oliveira
Oliveira, doctor, dentista, todo un caballero, le perdonó. “Estoy muy triste por haber terminado la carrera de casa así, con un accidente. Pude mejorar mi salida del sábado y estaba en condiciones de pelear por terminar entre los cinco primeros, lo que hubiese sido un gran resultado para mí, para el equipo y para mis fans, estoy seguro. Desde el sábado, mi peor resultado fue la sexta posición del ‘warm up’, así que estaba siendo muy competitivo”.
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El nuevo piloto de Aprilia dijo que era una pena que “Marc se haya lesionado”. Y explicó que, probablemente, “frenara demasiado tarde, fue demasiado optimista en el adelantamiento. Pudo esquivar a Martín, pero no a mí”, dijo el portugués, que, tal vez, no había oído a Márquez decir que el accidente no fue provocado por un intento de adelantamiento “pues cuando salí de la curva uno y el accidente se produjo en la cuatro, ya sabía que no llegaba ni de broma”. Oliveira sí insistió, como el resto de compañeros de parrilla, que “por supuesto que perdono a Marc, nadie provoca un accidente a propósito, pero seguramente en las dos primeras vueltas quiso adelantar en el lugar equivocado”.
Oliveira siguió explicando que Marc y él se encontraron, claro, en la clínica del circuito. El portugués para que le viesen la cadera y el catalán para comprobar, como así fue, si tenía o no fracturado el primer metacarpiano de su dedo pulgar derecho.
“Sí, claro, estuvomos hablando largo y tendido durante algunos minutos en la clínica del circuito”, señaló Oliveira, “y me dijo que seguramente tuvo un problema con los frenos. No puedo decir nada más, le tengo respeto. Acepto sus disculpas. Al mismo tiempo, cuando tienes un problema con estas motos intentas frenar un poco antes, pero no siempre te sale como quieres. Ha sido una auténtica mala suerte de la que hemos salido bastante bien parados los dos”.
“En ese punto se produce un efecto dominó con las frenadas. Creo que ha sido mala suerte y una mala coincidencia”
El francés Fabio Quartararo (Yamaha), campeón del mundo de MotoGP en el 2021, también compartió la explicación de Oliveira. “La maniobra de Marc, por supuesto, que está al límite, sí, de lo permitido, de lo recomendado. Al final puede pasar, pero es duro. Fue un error, pero el sábado pasó con Joan Mir, que me tocó a mí”.
Algo parecido comentó el campeonísimo ‘Pecco’ Bagnaia, campeón y doble ganador en Portimao a los mandos de su impresionante Ducati. “Marc intentaba engancharse a la cabeza y no perder tiempo, creo que no quería adelantar. Lo que pasa es que en ese punto se produce un efecto dominó con las frenadas. Creo que ha sido mala suerte y una mala coincidencia”.