Luis Enrique imprimió a la selección su fuerte personalidad. Para lo bueno y para lo malo. En sus dos etapas al frente del combinado nacional (un total de 44 partidos), el técnico asturiano marcó con su particular carácter todas las decisiones que tomó alrededor de la roja. Desde las convocatorias hasta las alineaciones, pasando por las concentraciones, la preparación de los partidos y, por supuesto, la estrategia y el modelo futbolístico. Se ganó muchos adeptos, especialmente entre aquellos jugadores a los que defendió, incluso, por encima de su rendimiento. Fueron siempre sus fieles soldados.
Pero también se fraguó muchos enemigos. Sobre todo entre los medios de comunicación madridistas que jamás le perdonaron su pasado blaugrana. Luis Enrique presumió de barcelonismo incluso en sus listas, plagadas de culés (hasta 8 se llevó al Mundial de Qatar) y huérfanas de futbolistas del Madrid. La ausencia de Sergio Ramos (a quien, por cierto, tampoco ha llamado el nuevo seleccionador, De la Fuente) le pasó una dura factura que la ‘central lechera’ se cobró tras el fracaso en la Copa del Mundo.
Luis Enrique fue valiente y, como Xavi en el Barça, afrontó una profunda e imprescindible renovación de la selección que dejó, inevitablemente, víctimas por el camino. Además, no le acompañaron los resultados: ganó 24 partidos, empató 11 y perdió 9 pero no conquistó ningún título (semifinalista de la Eurocopa 2020 y finalista de la Nations League 2021).
OBJETIVO: REBAJAR LA TENSIÓN
Hoy empieza una nueva era en la selección. Luis De la Fuente toma el relevo con un objetivo prioritario: rebajar la tensión que ha envuelto a España en los últimos tiempos. Con un nuevo estilo y un talante conciliador (aunque ya tuvo un primer incendio con la llamada a Sergio Ramos para anunciarle que no contaba con él y la dura respuesta del central) quiere alejarse de las polémicas y centrar todos sus esfuerzos en lo deportivo. Su primera convocatoria ya fue una declaración de intenciones: solo dos jugadores del Barça (Balde y Gavi, porque Pedri se cayó a última hora por lesión) y equilibrio de poder entre los ‘grandes’.
Hoy debuta ante Noruega en partido clasificatorio para la Eurocopa del 2024. En este primer encuentro al frente del combinado nacional podremos empezar a vislumbrar los cambios futbolísticos que quiere introducir el nuevo técnico. Está claro que, sin renunciar al modelo reconocible de la selección, huirá del dogmatismo de Luis Enrique. Que tenga mucha suerte. La va a necesitar…
