Apenas pasan de las 15 horas de un jueves y en los locales gastronómicos que quedan abiertos en el tercer nivel del Alcorta Shopping no hay una mesa libre. La poca oferta disponible contrasta con la cantidad de clientes que se agolpan esperando que se libere algún lugar y que miran con curiosidad al muro de durlock entre Valenti y Vasalissa que tapa lo que era el ingreso al antiguo patio de comidas, donde había marcas de fast food como McDonald’s y o de entretenimiento como Neverland. Del otro lado, avanza la obra de lo que será una de las apuestas más ambiciosas del centro comercial, en línea con la renovación gastronómica que viene realizando IRSA, primero con el Gourmand Hall, en Patio Bullrich y luego con BASE, en el Alto Palermo.
Esta nueva apuesta llega al shopping de Barrio Parque de la mano del chef Donato De Santis y de Nicolás Bargagna, el creador de Maldini bar y Aribau, y apunta a abrir al público en diciembre. Bautizado Casa Paradiso, este nuevo food hall se despliega en una superficie de 2500 m², con un concepto italiano, “con pequeñas licencias para abrazar un público exigente pero variado y para todo tipo de paladar”, explica el reconocido cocinero. Y, con entrada independiente por una escalera que une al estacionamiento, el proyecto apunta a ser un punto de destino en sí mismo.
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Donato considera que Casa Paradiso representa un giro a 360 grados dentro de la gastronomía y lo describe como el proyecto que siempre soñó desde que llegó a la Argentina. “Es el momento exacto. Ahora se dieron las coordenadas entre un grupo de personas para sustentar este emprendimiento, de una magnitud enorme. Siento que se alinearon los planetas: el lugar, la ubicación, la gente. Y gracias a ello se pudo manifestar lo que tanto ambicionaba. No es una idea nueva, pero sí una situación única que no existe en el país: la de generar, con un único chef, un lugar de una diversificación de conceptos, todo bajo una misma cabeza”, explica.
“Hace mucho que el Alcorta quiere hacer la transformación de lo que era el viejo patio de comidas. Casa Paradiso es un espacio que alberga un mix de experiencias. Es una especie de food hall que ofrece cervecería, hamburguesería, pizzería, mercado, pero no es lo mismo, porque todo se fusiona bajo una identidad. Creemos que la marca va a hablar por sí misma”, dice Bargagna, en una charla con LA NACION en Salvador, uno de los pocos locales gastronómicos que se mantuvieron en el tercer nivel.
Casa Paradiso se despliega en una superficie de 25.000 m², con un concepto italiano
Donato De Santis, en Casa Paradiso, considera que el proyecto representa un giro a 360 grados dentro de la gastronomía
Para los amantes del buen comer, los fanáticos del shopping y aquellos que buscan una propuesta interesante como previa nocturna, Casa Paradiso apuesta a fusionar todos estos elementos en un mega espacio en el tercer nivel del Alcorta. Para los socios del ambicioso emprendimiento, se trata de un concepto similar al de Eataly en Nueva York, la cadena de estilo italiano que comprende una variedad de restaurantes y mercados. Se trata de un food hall italiano con espacios monoproducto pero todo bajo la marca paraguas Casa Paradiso: hamburguesería, pizzería, panadería, pastas, saludable, fuegos, heladería, cervecería, café y pastelería y tragos de autor. Además, un market con productos frescos y un restaurante Cucina Paradiso dentro del espacio.
¿Cómo pensaron la propuesta?
Nicolás, que con sus socios de Grupo Entretenimiento Recoleta SA cuenta con cuatro locales abiertos en los shoppings de IRSA, explica que fue un poco “una reacción” a algo que está buscando la compañía de cambiar el concepto del patio de comidas para convertirlo en lugares más atractivos y salir del food court tradicional. “Empezamos con una idea de cambiar la estética: los pisos, crear lugares más de diseño y subalquilar espacios a marcas de tendencia. Pero, cuando apareció la posibilidad de que esté Donato como curador de todo el espacio nos animamos a que sea una gran operación. Es una apuesta muy ambiciosa desde todo punto de vista: desde la inversión, tener que armar la cocina, todo el salón, acondicionar los diferentes espacios y también desde el personal, porque estamos hablando de una nómina de 140 personas que tenés que contratar y capacitar”, señala.
La terraza con sus vistas, uno de los espacios que dan luz y apertura al lugar
El shopping ubicado en Jerónimo Salguero recibe 15.000 personas por día -casi en los niveles de concurrencia pre pandemia- y, según explica Mariana González, Center Manager del Shopping, se trata del centro comercial con el ticket que más recauda después del Patio Bullrich (con un promedio de gasto entre $20.000 y $25.000 en cada visita). “El Alcorta es un shopping que marca como un punto de referencia para los locales que quieren incursionar en el mundo shopping, primero hacen pie acá y después lo replican en otros lados. Pero en gastronomía no lo habíamos logrado”, dice. Para González el espacio destinado a la gastronomía siempre fue “el talón de Aquiles del shopping”.
Casa Paradiso se suma a las aperturas de Selvática, un reconocido restaurante con sede en Pilar, y de Arriba, en el tercer nivel, y corona las celebraciones por los 30 años del shopping en mayo pasado. “El broche de oro es Casa Paradiso. Hay mucha inversión, mucho conocimiento. Donato tiene todo su know how atrás, la capacitación a los empleados. Estos locales de alta gama son un concepto que aún no está instalado en la Argentina, pero sí en otros lugares del mundo. Se trata también de crear el hábito de que la salida sea dentro de un shopping, como sucede en otras grandes ciudades como Río o San Pablo y ya está ocurriendo con lugares como Maldini, Aribau o Arriba”, sigue.
La venta de productos será otro atractivo junto con la gastronomía
Con una inversión de US$2,5 millones y bajo el sello de Donato De Santis, desde los diferentes platos hasta el diseño y la decoración, en el mega espacio se respira aire italiano. El espacio contará con capacidad para 600 personas sentadas, mientras que el restaurante Cucina Paradiso cuenta con 180 cubiertos.
Si bien la obra está en la última etapa -el joven empresario de 29 años estima que quedan dos semanas para finalizar con los últimos detalles- todavía no hay fecha oficial de inauguración, aunque apuestan abrir al público muy pronto. La reconversión empezó en marzo, cuando realizaron “el desmonte” del antiguo patio de comidas y en mayo -250 volquetes mediante- comenzó la obra.
Respecto a los costos, el empresario cuenta que a mitad de año “se dispararon”. “En la primera mitad veníamos bien con los costos del proyecto. Pero en los meses de julio, agosto y septiembre los costos en dólares se dispararon. Por dar un ejemplo, una heladera bajo mesada que estaba $300.000 en enero hoy la misma sale $800.000″, relata. Además, cuentan con gran parte de equipamiento importado. “Los precios en enero eran similares entre productos nacionales e importados. Hoy hay una diferencia de un 30 por ciento más”. Una de las “joyas” que adquirieron es un horno de cobre italiano ubicado en la pizzería que costó €7000 y “cocina la pizza en 30 segundos”.
Con una inversión de 2,5 millones de dólares y bajo el sello de Donato De Santis, desde los diferentes platos hasta el diseño y la decoración, en el mega espacio se respira aire italiano
La constructora a cargo de la obra es el Grupo MFT – que llevan muchas obras en los shoppings, entre ella locales de María Cher y Cheeky- y el diseño del lugar lo llevan adelante Damián Giorgiutti y Dolores Bacigalup. Giorgiutti diseñó lugares como Tequila y Gardiner.
El ventanal es uno de los espacios ganados, antes tapados por los locales del patio de comidas.
(Rodrigo Nespolo/)
Diseño con aires de Toscana
Uno de los elementos que “ganaron” respecto al antiguo patio de comidas es un mega ventanal con vista a la Ciudad. Además, quitaron el cielo raso para ganar altura y luminosidad. En el centro del mega espacio hay una barra de casi 50 metros que es la que aporta una visual completamente distinta al concepto clásico de patio de comidas. De un lado de la misma están los locales de self service y, frente al ventanal, un gran espacio con mesas.
Cerca del acceso del estacionamiento está el mercado, donde se pueden adquirir productos frescos, pastas, y del otro lado, junto al restaurante Cucina Paradiso, la terraza, donde funcionará la cervecería y un puesto de comidas con los clásicos fritos pero más gourmet, siempre con la impronta italiana.
Uno de los spots más creativos es la heladería que es un Fiat 600 reconvertido. La idea original fue convertir en heladera un auto real. Bargagna compró un Fiat en una página y cuando lo subieron al local se dio cuenta que era imposible hacer lo que tenía en mente. Así que mandó a fabricar uno desde cero para que se convierta en la gelatería de Casa Paradiso y el otro pasó a ser parte del decorado. “Es la historia de un fracaso. “Pensé que iba a ser fácil hacerlo heladera. Ahora le pondremos un árbol y en vez de heladería va a la maceta más cara de la historia”, dice entre risas.
Los locales de self service están todos juntos y detrás de ellos la cocina en donde se prepara la comida de todo el salón. En tanto, la panadería, en la que se pueden comprar productos para llevar y sándwiches de distintos tipos, es la que provee de pan a todo el resto de los spots, inclusive al restaurante.
La expectativa es enorme: “Tenés el Alcorta, la ubicación en Barrio Parque, el espacio en sí, el estacionamiento, la vista, una figura como Donato. Todo esto convierte al producto en un combo ganador. Tenemos mucha expectativa, estoy muy confiado con el producto. Creo que le puede ir bien o bárbaro. La gente ya está, hay un patio de comidas que ya vendía y ahora le estamos ofreciendo algo mejor” – dice el responsable de los after office en los shoppings de IRSA y agrega- “Sin que estemos nosotros, ya explota”.
El diseño del lugar lo llevan adelante Damián Giorgiutti y Dolores Bacigalup. Giorgiutti diseñó lugares como Tequila y Gardiner.
¿A qué público está destinado Casa Paradiso?
Además de apuntar a un público familiar -que ya tiene el shopping, con un target muy definido- el desafío está enfocado en “lograr la noche”. “Al contar con cocheras en la ciudad, con un acceso directo independiente del Alcorta, la terraza, la cercanía a la Costanera, son elementos que conjugan muy bien para que se convierta en un punto de encuentro nocturno. No como formato boliche, pero sí un lugar para tomar algo y comer antes de ir al boliche o salir a otro lado”, suma Bargagna
“Estamos ubicados en Barrio Parque, con un cliente muy ABC1, el shopping que segundo está en ticket promedio de gasto (después del Patio Bullrich). Y los mediodías los locales se llenan. Hay oficinas, nuevos edificios cerca. Hay un público oficinista importante”, añade la Center Manager del Alcorta.
La barra en el medio del salón cambia la visual del clásico patio de comidas (Rodrigo Nespolo/)
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