Dos meses después de la polémica y el misterio en torno a una bebida preparada que llegó sigilosamente a manos de Novak Djokovic durante las semifinales del Masters 1000 de París-Bercy, este sábado sucedió algo similar durante la victoria por 7-6 (9-7), 6-3 y 6-4 del propio serbio ante el búlgaro Grigor Dimitrov (28°) en el Abierto de Australia.
A pesar de definir el duelo en tres sets, el balcánico, 5 en el ranking, necesitó de tres horas y cinco minutos de juego y debió reponerse a las continuas molestias en el muslo izquierdo, que lo obligaron, incluso, a solicitar la presencia de un fisioterapeuta en el Rod Laver Arena. Así, avanzó a los octavos de final del primer Grand Slam de la temporada y se enfrentará por primera vez al local Alex de Miñaur (24°), en su camino hacia su décimo título en este certamen en Melbourne.
Novak Djokovic debió recibir un tratamiento fisioterapeútico en el muslo izquierdo durante su partido de tercera ronda contra Grigor Dimitrov en el Australian Open. (Dita Alangkara/)
En ese contexto, un video filmado desde las tribunas volvió a ser protagonista, generando sospechas por la recepción de una botella con un mensaje que un asistente le acercó hasta su silla en un descanso, después de recibirla desde el rincón donde se ubicaba el equipo técnico del jugador. La situación trajo enseguida a la memoria aquella escena en el torneo francés, en noviembre pasado.
Lo que se veía entonces en el video publicado en Twitter era que durante un momento del partido, que terminaría teniendo dos horas y 19 minutos de duración, le enviaron a través de un alcanzapelotas el envase. El hecho en sí no tenía nada que pudiera llamar la atención, ya que es usual que los tenistas reciban bebidas isotónicas o batidos con vitaminas por parte de sus equipos en medio de los partidos, sobre todo en los de mayor exigencia física, pero sí provocó desconfianza la forma en la que actuaron algunos integrantes del equipo de Nole mientras el fisioterapeuta argentino Ulises Badio preparaba la mezcla que luego le llegaría al tenista: cuando el preparador físico de Djokovic, el italiano Marco Panichi, advirtió que había personas filmando y/o fotografiando la escena, se incomodó y le ordenó a otra persona del staff que se inclinara para tapar lo que estaba haciendo, y otra persona se movió hacia atrás. En tanto, Goran Ivanisevic, entrenador del serbio, solamente miraba junto a Panichi.
Desde el equipo de Novak Djokovic le acercaron una medicación antes de que le llegara la botella en el partido frente a Dimitrov en el Australian Open. (Aaron Favila/)
Esta vez, en la noche australiana, quien está en la tribuna a la izquierda del entrenador toma la botella y, cuidadosamente, envuelve un papel alrededor, junto a la etiqueta, y se toma unos segundos, como disimulando, hasta levantarse de su silla, como había sucedido en otro momento para acercarle una medicación. Luego, sí, se acerca al borde de la tribuna y, casi colgado de allí, le pasa el envase a alguien acreditado adentro de la cancha.
Este hombre, con permiso para estar allí adentro, fija la vista en el sector donde descansaban los jugadores y hace una seña, como si consultara si hace la entrega en ese momento o después. Aprobado para que sea en ese instante, cruza la cancha desde el otro lateral hacia donde está el juez, que le señala que se la entregue a Djokovic. El serbio agradece, mira hacia el sector en el que está su equipo y mientras bate la botella toma el mensaje y lee alguna misteriosa instrucción que parece llamarle más la atención que el propio contenido.
Novak deja el envase a un costado, se queda por varios segundos leyendo lo que decía, incluso mientras se seca la frente, y se queda por instantes pensativo, antes de dejar el papel a un costado y volver a tomar la botella que acompañaba al mensaje.
Las bebidas isotónicas son populares en el circuito y se complementan con el uso de polvos o geles, más fácilmente digeribles y que actúan con mayor rapidez para evitar la fatiga. Djokovic es conocido por su apego a los alimentos saludables y a las terapias alternativas. Sin embargo, no es la primera vez que se genera una polémica alrededor de algo que ingiere en medio de un partido. Y ahora, llegó con un mensaje igual de misterioso…
Como se sabe, la ATP ha establecido el año pasado que los entrenadores deberán permanecer sentados en el asiento que la organización les designó y no podrán interrumpir el juego ni generar perjuicio al rival durante el juego. Sólo se puede hablar con sus dirigidos en el mismo lado de la cancha y con la utilización de frases o palabras cortas, pero no están permitidas conversaciones prolongadas.
“El punto de inflexión para los dos fue el primer juego. Hacer un quiebre temprano era importante para mí. No sabía cómo me iba a sentir físicamente, estaba yendo arriba y abajo”, explicó Nole, que aspira a igualar los 22 títulos de Grand Slams del español Rafael Nadal. Y ya piensa en los octavos: “Estoy preparado para la batalla. Quiero enfrentarlo y demostrarle de qué estoy hecho”.
Novak Djokovic consiguió un trabajoso triunfo sobre Grigor Dimitrov en la tercera ronda del Australian Open. (ANTHONY WALLACE/)
Murray se despidió del Australian Open
En otro de los partidos esperados de la jornada, el español Roberto Bautista Agut (25°) le puso un freno a las aspiraciones en el torneo al escocés Andy Murray, gran protagonista del Abierto de Australia después de dos victorias agónicas a cinco sets. La afición local esperaba otra gesta del exnúmero 1 que, tras deshacerse del italiano Matteo Berrettini, se encumbró con un partido de casi seis horas ante el australiano Thanasi Kokkinakis que terminó pasadas las 4 de la madrugada.
Pero con la mitad de horas de juego en las piernas, Bautista Agut, de 34 años, se mostró mucho más fresco y, a pesar de un amago de otra agónica remontada en el segundo set, se aseguró el pase a octavos por 6-1, 6-7 (7-9), 6-3 y 6-4. ”Siempre jugar contra Andy en un Grand Slam es muy duro… Pero estoy muy feliz de cómo he gestionado la presión y los nervios”, dijo el español, que se enfrentará al estadounidense Tommy Paul por un lugar en los cuartos.
Pese a la derrota ante el español Roberto Bautista Agut, el escocés Andy Murray recibió una ovación en Melbourne en su despedida. (WILLIAM WEST/)
En un cuadro cada vez más vacío de favoritos tras las eliminaciones de Rafael Nadal, Casper Ruud o Daniil Medvedev, otros principales cabezas de serie sí cumplieron con su papel. A sus 19 años, el danés Holger Rune (10°), que sorprendió a Djokovic en el último Masters 1000 de París, mantuvo su racha de ningún set cedido en el torneo y dejó atrás al francés Ugo Humbert por 6-4, 6-2 y 7-6 (7-5). En octavos le tocará un duelo de altura contra el ruso Andrey Rublev (6°), también muy sólido en Melbourne y al que ya le ganó en el camino a su título en París. Este último derrotó al británico Daniel Evans (25°) por 6-4, 6-2 y 6-3.
Por otro lado, hay que remontarse casi dos décadas para ver a tantos estadounidenses en la segunda semana del Abierto de Australia en el cuadro masculino. Aunque el cuarteto de 2004 incluía a un par de campeones, como Andre Agassi y Andy Roddick, para los cuatro clasificados de este año todo es una novedad: Tommy Paul, que tiene 25 años; Jeffrey Wolf, de 24; Sebastian Korda, de 22, y Ben Shelton, 20, debutarán en los octavos de final de un Major en Melbourne Park. Esos resultados dejan a Djokovic como el único de los 16 tenistas que avanzaron que sabe lo que es ganar un título de Grand Slam.
