La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) ha dado a conocer este jueves su informe anual sobre los servicios sanitarios de las comunidades autónomas. Las conclusiones -teniendo en cuenta variables como la financiación y recursos, las listas de espera, el número de camas por habitante, la cifra de médicos o enfermeras o la privatización de servicios- coloca, por este orden, a Navarra, País Vasco, Extremadura y Asturias, como las comunidades con una puntuación más alta. En el otro extremo, con los peores servicios, el ranking sitúa a Andalucía.
Se trata del documento número 19 de los que viene realizando la Federación cada año -excepto en 2020, año del estallido de la pandemia- desde hace casi dos décadas. Recoge, fundamentalmente, datos de 2022, uno de 2023, y algunos de 2021, se especifica. El informe ha utilizado parámetros usados en las valoraciones de los sistemas sanitarios mundiales por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Organización Mundial de la Salud (OMS) o indicadores claves del Sistema Nacional de Salud.
Así, para evaluar a las comunidades, la FADSP ha considerado criterios como la financiación, recursos y funcionamiento contemplando variables como el gasto per cápita en 2023, camas por 1.000 habitantes, enfermeras en Atención Primaria por 1.000 habitantes; médicos de atención especializada por 1.000 habitantes o Urgencias atendidas en hospitales, entre otros. Además, ha analizado la política farmacéutica (como el gasto farmacéutico en 2022), las listas de espera en cada comunidad o la privatización sanitaria.
Cuatro grupos
Con todas esas variables, el informe puntúa a cada comunidad autónoma. La máxima puntuación posible es de 142 y la mínima, de 33. La puntuación media obtenida por las comunidades ha sido de 84,35. De acuerdo con los datos de la puntuación obtenida se han clasificado en cuatro grupos.
Las conclusiones de la Federación son que las comunidades con mejores servicios sanitarios son: Navarra (con una puntuación de 108), País Vasco (106), Extremadura (95) y Asturias, con 93. Entre las comunidades con servicios sanitarios “regulares”, el informe apunta a Aragón (92), Galicia (91), Castilla y León (89); La Rioja (85) y Cantabria (82).
Servicios “deficientes”
En el otro extremo, la Federación sitúa a aquellas regiones con servicios sanitarios “deficientes” y el informe coloca a Baleares (81); Castilla-La Mancha (80); Cataluña (75) y Madrid (74). Finalmente, entre las comunidades con peores servicios sanitarios según este listado aparecen Canarias (73); Valencia (73); Murcia (71) y, en el último puesto, Andalucía, con una puntuación de 65.
La diferencia entre comunidades es “claramente excesiva” (de 43 puntos sobre un máximo alcanzado de 108), aclara la FADSP. Entre las conclusiones, se reseña que, en este último informe, suben ocho comunidades autónomas: Aragón (5 puestos); Extremadura y Cataluña (4); Galicia (3), Navarra, Baleares, Canarias y Murcia, con un puesto.
Últimas posiciones
El grupo de las regiones con peores servicios sanitarios está formado por Canarias, Comunidad Valenciana, Murcia, y Andalucía, según la recopilación de la FADSP que indica que todas ellas habían ocupado en algún momento de anteriores oleadas las cuatro últimas posiciones. Aunque, matizan los autores, respecto al año pasado se incorporan Andalucía y Comunidad Valenciana, y sale del listado de peores servicios, Cataluña.
Las bajadas en la clasificación respecto a anteriores análisis son de siete comunidades: Cantabria y Castilla- La Mancha (5 puestos); Andalucía y Comunidad Valenciana (3), Castilla y León (2) y País Vasco y Asturias (un puesto). Dos regiones, se abunda en el documento, permanecen en la misma posición que el año anterior: La Rioja y Madrid.
Crisis de Primaria
El documento también reflexiona como, tras la pandemia, se produjo una “grave crisis” de la Atención Primaria, de la que no se había recuperado pese a las muchas promesas de las distintas administraciones y las conclusiones de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, creada en el Congreso de los Diputados, lo que “se evidenció en la escasa consideración que tuvo la sanidad”, en dicho plan.
Esta situación, insiste la Federación, es “especialmente evidente en la Atención Primaria, que continúa con esperas intolerables, con recursos insuficientes, y con graves problemas que hacen muy difícil que pueda ser el eje vertebrador del sistema sanitario”. Igual puede decirse, añaden, de las carencias de recursos humanos o el déficit de camas hospitalarias.
“Estos problemas son generalizados en todo el Sistema Nacional de Salud y han afectado, en mayor o menor medida, a todas las comunidades, pero una vez más ha habido distintas formas de aplicación de estas políticas que, incidiendo sobre las diferencias previas, las han aumentado o disminuido”, concluyen.