Mundial Qatar 2022. Marruecos desató una fiesta en el mundo árabe y sus hinchas sueñan con una final contra Argentina

DOHA (enviado especial).- El cabezazo de Youssef En Nesyri que le dio el triunfo a Marruecos sobre Portugal desató una euforia que arrancó en Doha y se siente en estos días por todo Medio Oriente, África y gran parte de la Europa inmigrante. El histórico pase a las semifinales de la selección marroquí generó desde el fútbol una primavera en todo el mundo árabe y, ahora, sus hinchas se ilusionan con dar un paso más y jugar la final del Mundial contra la Argentina de Messi.

Desde la noche del sábado, las inconfundibles camisetas rojas y verdes inundaron las calles de la capital del Mundial. Sus hinchas celebran por varios rincones de Doha pero esa mueca de alegría se ve también en los rostros de muchos trabajadores y empleados de algunos comercios que siguen hablando de la doble hazaña de eliminar a España y Portugal.

En cada partido y celebración, los hinchas y jugadores marroquíes apoyan la causa palestina con banderas y cánticos (Lionel Hahn/)

La euforia que se respira aquí en Qatar se vive también en las principales ciudades del país del norte africano. Aunque la celebración no es exclusiva de marroquíes. El espíritu de fiesta se expandió desde Marruecos hasta Egipto, de Irak a Arabia Saudita.

Los marroquíes llegaron como la Cenicienta del grupo F, donde la generación de oro belga y el último subcampeón, Croacia, tenían todos los boletos para avanzar. Pero la historia fue diferente. Triunfo ante Bélgica y Canadá en la fase grupos, eliminación por penales ante España, y victoria sobre Portugal en la tarde del sábado.

El equipo está invicto en el torneo, con cuatro victorias y un empate. La mayoría de los hinchas de Marruecos que están por Qatar, se estima que son unos 25 mil, no pueden creer lo que están viviendo. Pero, a la vez, se ilusionan con llegar a la primera final para una selección no europea o sudamericana. Para eso, primero tienen que sacar a otro país donde viven padres, hermanos y parientes: Francia.

Una familia

Los leones del Atlas, llamados así por una especie del felino que habitaba esa zona del norte africano, se transformaron en la sorpresa de este Mundial. Y la alegría contagia por un grupo de jugadores que participan en las principales ligas europeas y que siempre creyeron en su potencial. En-Nesyri juega en el Sevilla con el arquero Bono, el de acento argentino y fanático de River, y Hakimi, la figura del equipo, comparte plantel con Lionel Messi en el Paris Saint-Germain.

Achraf Hakimi, la figura de Marruecos que juega con Messi en PSG, festejó con su madre la histórica victoria

Catorce de los 26 convocados para esta selección nacieron fuera de Marruecos. Se trata de hijos de inmigrantes que a la hora de elegir por quién jugar, se inclinaron por la tierra de sus padres o abuelos. Hasta el director técnico, Walid Regragui, nació en Francia pero como jugador se inclinó por la selección africana.

Esa conexión familiar quedó demostrada ante los ojos del mundo el último partido. Como Sofiane Boufal, que también nació en Francia y se hizo famoso por celebrar en el césped bailando con su mamá.

“Nuestro éxito no es posible sin la felicidad de nuestros padres”, dijo el técnico Redregui. La federación marroquí de fútbol les paga pasajes y estadía a los familiares que los jugadores escojan. Por eso, en el hotel de la concentración, en la zona de West Bay, es habitual ver a madres y padres de los jugadores caminando por el lobby.

“Todos con Marruecos”

La ciudad se va quedando sin extranjeros, pero los marroquíes, al igual que los argentinos, siguen llegando. Mustafá es de Marruecos y vino a Doha para seguir a su equipo. “Esto es histórico. La selección está jugando muy bien y están haciendo un gran trabajo. Y confiamos en una final contra Argentina”, le dice a LA NACION desde la zona del mercado de Souq Waqif. El sentimiento de Mustafá, es generalizado entre los hinchas marroquíes con respecto a la definición del Mundial.

Mauteb, con la camiseta marroquí, llegó hace un par de días a Doha junto a dos amigos. Son de Arabia Saudita y los une el amor por la selección árabe (Matías Boela /)

Unos metros más adelante, Meji se ilusiona con este presente. “Marruecos puede ganar el Mundial”, sentencia. Y argumenta las razones de por qué el sueño puede ser realidad. “Somos una familia y todos los países árabes hinchan por nosotros. Se trata del primer Mundial en un país árabe y también es la primera vez que un equipo africano llega a esta instancia. Pese a que Francia tiene un gran equipo y es el último campeón, tenemos nuestras chances. Nadie creía que podíamos estar entre los cuatro mejores, pero nuestro sueño es grande. Hoy podemos soñar”.

Por la capital qatarí, los que llevan la camiseta roja y verde no son solo de Marruecos. Mauteb llegó hace dos días a Qatar junto a dos amigos. Vienen de Arabia Saudita. “Todos los árabes aman a Marruecos. Todos los árabes están juntos en esta copa del mundo. Ahora creo que vamos a llegar a la final y la vamos a ganar”, dice ilusionado. ¿El posible rival? “Argentina, por su puesto”.

Un día después que quede sellada la suerte argentina en Qatar, los marroquíes irán por su propio sueño. Se esperan más de 50 mil hinchas en el estadio Al Bayt en busca de la mayor hazaña de su historia.

 

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