Mohamed VI no recibe a Sánchez: “El monarca se ausenta frecuentemente y de forma prolongada de Marruecos”

Finalmente Mohamed VI no va a recibir a Pedro Sánchez durante la cumbre de dos días que mantienen los Gobiernos de España y Marruecos en Rabat. Aunque a nivel protocolario nada obliga a ello (el rey alauí es jefe de Estado y el presidente español es jefe del Ejecutivo), una foto conjunta habría tenido una fuerte carga simbólica. El Ejecutivo liderado por el socialista ha apostado un alto capital político y diplomático al éxito de esta cumbre porque de ahí se espera que salgan resultados concretos (hasta 24 acuerdos), tras casi un año de acercamiento a Marruecos (y de alejamiento de la vecina Argelia, potencia gasista).

“No es la primera vez que Mohamed VI no recibe a una delegación importante, y en todo caso el hecho hay que situarlo en una dinámica de ausencias prolongadas y frecuentes del monarca [de Marruecos]”, analiza para El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, Eduard Soler, analista de relaciones internacionales de la UAB . “Pero es evidente que no es la imagen que hubiera querido el Gobierno de España. Además, el rey tiene un papel en la gobernanza de Marruecos y sus relaciones internacionales que no es meramente representativo”.

La Reunión de Alto Nivel (RAN) es un encuentro que se debía celebrar anualmente, según fijaba el Tratado de Amistad firmado con Marruecos, recuerda Haizam Amirah Fernández, analista del Real Instituto Elcano. Casi nunca se ha cumplido esa cadencia. La última RAN fue en España en 2015. Entonces, el rey Felipe VI sí que dio audiencia al entonces primer ministro de Marruecos, Abdelilah Benkirane. 

La anterior data de 2012. El presidente español, Mariano Rajoy, sí que fue recibido por el rey alauí en Marrakech. Mohamed VI pidió al popular español que se materializasen los acuerdos de la RAN en cuestiones concretas. “Nuestras relaciones están en uno de sus mejores momentos”, declaró entonces Rajoy.

Mohamed VI se ha ausentado de forma habitual de las visitas de alto nivel de otros países. En 2013 tampoco se vio con el entonces primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. Se trataba de un viaje oficial y se firmó una declaración política conjunta, y acuerdos de cooperación. Pero sin saludo del rey. Tampoco se encontró en 2017 con el entonces primer ministro ruso Dimitri Medvedev durante su visita oficial. En 2018, se canceló en el último momento una visita de Estado de los reyes de España al rey marroquí, sin explicación pública. Se hizo un año después. Tampoco recibió Mohamed VI a Mike Pompeo, ex secretario de Estado de Estados Unidos, como estaba previsto, en 2019.

“El rey de Marruecos sigue siendo el actor principal que define la orientación política del país, aunque oficialmente quien ocupa el poder Ejecutivo es el Gobierno”, explica a este periódico Moussa Bourekba, investigador principal de CIDOB y especialista de África del Norte y Oriente Medio. “La parte marroquí y la prensa del país no están interpretando esto como que el rey de Marruecos haya plantado a Sánchez, y lo que sí se destaca es que le ha llamado y la duración de la llamada, de media hora”. 

Pedro Sánchez ya se vio con Mohamed VI el pasado 7 de abril. Tuvieron una cena, que Moncloa resalta como una de las pocas que haya tenido el rey alauí con jefes de Gobierno y o de Estado extranjeros. En ella estuvieron presentes el heredero de Mohamed VI, su hermano, el jefe del Gobierno de Marruecos y su ministro de Exteriores. Por eso otorgan más relevancia a esa charla telefónica que a un mero saludo protocolario en una audiencia posterior a la cumbre del rey con el presidente del Gobierno.

Aquella cena selló el acercamiento después de que el español enviara al rey marroquí una carta que lo cambió todo: en ella consideraba la propuesta de autonomía presentada en 2007 para el Sáhara como la base “más seria, creíble y realista” para resolver el conflicto. Se encauzó así la crisis diplomática entre ambos países desatada por Rabat tras la decisión de España de permitir tratarse de Covid en Logroño al líder del Frente Polisario, Brahim Gali. Rabat respondió permitiendo una llegada masiva de migrantes a Ceuta sin que las fuerzas de seguridad de Marruecos intervinieran para evitarlo. 

Culmina ahora con esta cumbre ese proceso de reconciliación. Más allá de los gestos, se prevén grandes anuncios sobre cuestiones como la inmigración irregular, las fronteras comunes, el comercio o la educación y la cultura en las próximas 48 horas. 

 

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