Michael Laudrup cerró su última etapa como entrenador en verano de 2018, tras dos temporadas al mando del Al-Rayyan SC. Fue uno de los pupilos de Johan Cruyff en el Barça y ahora, tres décadas más tarde, vive una vida tranquila en su Dinamarca natal, jugando pádel y cuidando a sus nietos. Después de cinco años inactivo, ha concedido una entrevista al Daily Mail para hacer un repaso sobre su carrera.
Laudrup acumula una amplia experiencia a nivel profesional, tanto como futbolista, cuando pasó por Barça, Real Madrid y algunos clubes de la Serie A, como entrenando a clubes humildes, algo que lo llevó a los banquillos del Getafe, el Mallorca o el Swansea. El danés tiene claro qué ha supuesto un mayor reto para él: “Es mucho más intenso ser entrenador que jugador. La gente me pregunta, ‘¿Qué es lo más difícil? ¿Ser jugador o entrenador?’ ¡Por favor! No puedes comparar. Sé que es el mismo juego, pero son dos mundos diferentes“.Como técnico, su momento más dulce lo vivió en su etapa en el Swansea, cuando vencieron 5-0 al Bradford en Wembley para alzarse con la Copa de la Liga: “La del Swansea es la victoria más importante que he tenido. Un club pequeño, un equipo pequeño. Una cosa es ganar con Barcelona, Real Madrid, Juventus, Ajax, incluso Brondby. ¿Pero esto? Fue muy, muy especial. Recuerdo que les dije a los jugadores: ‘Tal vez algunos de ustedes tengan la oportunidad de jugar una final el próximo año. Tal vez para algunos de ustedes esto nunca vuelva a suceder’. Simplemente no se sabe, así que disfruten de esto“.
Su gran maestro: Johan Cruyff
Laudrup tiene claro quien es la persona que más le ha enseñado futbolísticamente: “Llegué a Barcelona a los 24 años y aprendí más de Cruyff en dos años que de cualquier otra persona. No necesitó dos minutos para explicármelo todo”. Fue pupilo del neerlandés durante su etapa en el FC Barcelona y formó parte del ‘Dream Team’ junto a leyendas blaugranaa como Pep Guardiola, Stoichkov o Koeman.
El danés ha abierto el cajón de los recuerdos contando anécdotas sobre aquella dulce etapa: “Recuerdo a Cruyff gritando en los ejercicios a Pep porque es diestro. Puede jugar con el pie izquierdo, pero seamos honestos, no es fantástico. Siempre jugábamos mucho con los dos. ‘Deténgase con su izquierda, juegue con su derecha’, nos decía. ¡No había problema! Hasta que lo hacías al revés. ¡Ay, Pep! Al principio se paró con la derecha. Pero luego abría su cuerpo, giraba y pasaba con la derecha. ¡Cruyff estaba loco, gritando! ‘¡Energía! ¡Energía! ¡Dos pies!’.”
Otro recuerdo atesorado con Cruyff como protagonista lo lleva a una noche que tendrá siempre un rincón especial en el corazón de la afición blaugrana: la final de Champions de 1992: “Cruyff nos dijo: ‘Oye, no hay problema, sin presión. Disfrutadlo. Es tan especial… Habéis jugado dos años para estar aquí. Primero había que ganar la liga. Habéis tardado dos años en llegar aquí. Ahora, disfrutadlo’. Y lo hicimos. Fue un partido increíble”.