Messi: el corazón dice que sí; la cabeza dice que no

Se fue de mala manera y no va a volver de cualquier forma. El regreso de Messi no es imposible pero a día de hoy nos parece muy difícil. Una cosa es soñar, otra querer y lo más importante, poder. La decisión no está en manos del Barça. El jugador decidirá donde quiere jugar la próxima temporada, ofertas no le faltan, tiene donde elegir. 

Los catarís del PSG ponen los millones de petrodólares necesarios para convencerle que renueve. Es su primera opción. Ahora se siente querido en París y está agradecido al club que le permitió preparar de la mejor forma posible el Mundial. Ganar títulos ya no es su prioridad, busca la felicidad en forma de tranquilidad.

Pensamos que Leo no tomará la decisión en función de la mejor oferta económica. Si fuera así, se iría a jugar a Arabia Saudí donde pueden pagar por él el oro y el moro. Pero el argentino no prioriza el dinero como Cristiano, no le vemos jugando en una liga de cuarto nivel y viviendo en un país donde su familia estaría a disgusto.

La opción de fichar por el Inter de Miami hace tiempo que la tiene encima de la mesa. Sería un retiro de lujo, una jubilación dorada en el país que albergará el próximo Mundial. Beckham estaría encantado que liderara su equipo y automáticamente se convertiría en un producto de show/business en el mercado norteamericano.

Volver al Barça para retirarse en el club de toda su vida es una opción sentimental poderosa que a buen seguro cuenta con el apoyo de su familia. La directiva de Laporta lo intenta pero económicamente la operación no encaja con el ‘fair play’ de la Liga y el contrato que le pueden ofrecer sería limitado dada la crítica situación financiera del club. Otra consideración a tener en cuenta es que su regreso coincidiría con la temporada que el equipo jugará en Montjuïc.

La vuelta de Messi es una de aquellas operaciones en que el corazón te dice que si y la cabeza que no. Es el sentimiento frente a la razón. Volver a verle de blaugrana sería una gran alegría para los culés, pero de cara al equipo sería más un parche que una solución. El argentino le dio al Barça los mejores años de su vida pero la edad no perdona y con 36 años su rendimiento sería distinto. Messi nunca se tuvo que ir del Barça Si volviera ahora, sería una cuestión más emocional que deportiva.

Al margen de esta posibilidad, el Barça tiene con Messi una cuenta pendiente que se nos antoja imprescindible y obligada. Organizar el homenaje más grande que jamás se ha tributado a un futbolista en el mundo. Nos imaginamos el nuevo Camp Nou con un partido entre el Barça y la selección campeona del mundo. Leo jugando un tiempo con el club de sus amores y otro con su Argentina querida. En este tema todos estaremos de acuerdo.

 

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