Ciudadanos no solo se desangra en las urnas. El partido naranja reúne este viernes a las 15:30 su ejecutiva ampliada (donde están representados los principales dirigentes) para discutir y votar la ponencia sobre estatutos que irá a la Asamblea General del mes de enero. La madre del cordero en ese documento es el modelo organizativo del partido y la propuesta incluirá una especie de bicefalia donde el liderazgo orgánico quede separado de la candidatura a las elecciones generales. La otra posibilidad es mantener una estructura cesarista que concentre el poder.
La bicefalia es defendida por el entorno de Arrimadas y el diputado autonómico en el Parlament y persona de confianza de la presidenta, Matías Alonso, tiene el encargo de la redacción técnica. Muchos dirigentes que hoy acuden a la sede de Ventas a esta reunión decisiva, como adelantó el diario ‘ABC’, rechazan de plano ese modelo: “Va a ser una reunión con cuchillos en la boca. La presidenta se va a ver arrinconada”, aseguran dirigentes que estarán sentados con ella. En el núcleo duro de Arrimadas, sin embargo, niegan que ella haya impulsado la fórmula bicefálica y afirman que aceptará el modelo que más respaldo obtenga.
La cuestión es que en este momento hay una guerra soterrada dentro del partido que enfrenta a Arrimadas con el que ha sido uno de sus principales apoyos, Edmundo Bal. Con el abogado del Estado también está otra figura importante, el eurodiputado Adrián Vázquez, que acumula críticas contra Arrimadas.
La sensación entre este sector de la formación es que la bicefalia está pensada para una “proteger y salvar” a Arrimadas. Consideran que el objetivo es que la jerezana siga siendo la principal voz institucional (lo es ahora en el Congreso de los Diputados) y repetiría como cabeza de cartel, pero quedaría completamente al margen (al menos, sobre el papel) de las decisiones del día a día, y muy especialmente de las responsabilidades como las que previsiblemente se tendrán que asumir en el mes de mayo cuando el partido naranja sufra su enésimo batacazo electoral.
En el núcleo duro de Arrimadas consideran que el sector crítico busca hacerse con el poder de la formación y recuerdan que las conclusiones del equipo de refundación ( encargado de resetear Ciudadanos en caras y programa electoral en el último intento de sobrevivir) incluían con claridad: “Separar las decisiones orgánicas de la actualidad política o estratégica” a pesar de que ahora haya dirigentes que acusen al oficialismo de introducir la bicefalia “por la puerta de atrás”.
Costuras a punto de reventar
Con este panorama, las costuras absolutamente tensionadas y a punto de reventar el partido, los principales dirigentes se verán las caras en la sede. Según insisten distintos asistentes a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, “se plantará batalla” y el desenlace puede ser muy duro. Para estos dirigentes, encima de la mesa está no solo el modelo de bicefalia en sí, sino el cuestionamiento total de la líder. Muchos dirigentes afirman que “ya no cuenta con apoyos”. En la última semana el grupo parlamentario en el Congreso, con nueve integrantes incluida Arrimadas, también se ha roto. Solo Díaz muestra respaldo a la presidenta y el enfrentamiento con Edmundo Bal es del todo evidente.
En el equipo de Arrimadas sin embargo, insisten en que la ejecutiva de este viernes “sólo tiene previsto” discutir el modelo organizativo y que esa batalla, incluida la del liderazgo si es que llega, será “más adelante”. “Lo que está claro es que de hoy salimos rotos”, concluyen algunos dirigentes. La sospecha que también ha inquietado mucho es la de que Arrimadas estuviera pensando en proponer a alguien de su confianza como líder orgánico del partido para, de alguna manera, seguir teniendo el control sobre la organización. De ahí que se barajara el nombre de Guillermo Díaz para esas funciones.
