En pleno estallido del ‘caso Negreira’, el Barça sigue diseñando su plantilla para la próxima temporada. El club es víctima de un campo de minas y está económicamente estrangulado. Está excedido en su “fair play”, tiene problemas para inscribir jugadores, está obligado a rebajar 200 millones de masa salarial y no podrá recurrir a las famosas “palancas”.
Mateu Alemany, que el pasado verano armó un equipo competitivo en condiciones desfavorables, ahora tendrá por delante un triple mortal con tirabuzón. Tendrá que hacer ‘caja’ con gente que no seguirá (habrá que tomar decisiones impopulares), se escucharán ofertas y en el capítulo de altas, las renovaciones e inscripciones irán por delante de los fichajes.
Pero ¿qué podrá fichar el Barça? Pues tendrá que aplicar la ‘fórmula Mateu’. Vender bien, gastar poco y afinar en el mercado. No hay margen de maniobra y la receta de Mateu no va a ser flexible. Agentes libres de nivel y con un salario asumible.
Prioridad, desatascar la situación de Gavi. Después, firmar piezas que potencien el armazón actual. En ‘cartera’ aparece Iñigo Martínez. No ha renovado con el Athletic Club y aunque tiene ofertas sobre la mesa, de equipos turcos e ingleses, Mateu Alemany mantiene un contacto muy fluido con el entorno del jugador, que espera el paso definitivo del Barça. El Atleti también le quiere.
Otro nombre propio es Evan N’Dicka. El central del Eintracht acaba contrato en junio, gusta y cumple los requisitos necesarios: no habría que pagar traspaso, llegaría como agente libre y aportaría rendimiento inmediato. El tercer hombre, Ilkay Gundogan. Siga o no Busquets, es una pieza ideal para potenciar el centro del campo, tiene calidad, experiencia y está listo para completar el fondo de armario azulgrana.
Y más allá del comodín Yannick Carrasco, por el que el Barça tiene una opción de compra de 18 millones a partir del 1 de julio que no está claro que ejecute, aparece Ez Abde. No para de crecer y cuando acabe su cesión a Osasuna, podría volver para completar la nómina de delanteros de la primera plantilla. Las instrucciones son claras para este verano.
Vender lo mejor posible, hacer ‘caja’ y gastar muy poco. Es la ‘fórmula Mateu’. Alemany buscará las tres ‘B’: Buenos, bonitos y baratos. No sobra un céntimo de euro y el Barcelona no se puede equivocar. De aquí al final de la competición sonarán doscientos de nombres y cuatro mil operaciones distintas.
La prensa intensificará la venta de humo y por más que el pueblo pida Messis, Haalands y Mbappés, no hay más cera que la que arde. Habrá que ajustarse el cinturón. Nada de cromos caros. Solo operaciones rentables. Se busca un Andreas Christensen 2.0. Poco ruido y muchas nueces.