Todo el mundo tiene una historia y un motivo que le empuja a participar en un IRONMAN®, pero hay algunas historias que marcan más que otras. Es el caso de María Salvo, una enfermera y copiloto de rally con una –aunque trágica– historia de superación personal.
En 2020, su hermana Laura, también copiloto, sufrió un grave accidente en el Rally Vidreiro, Centro de Portugal, que tuvo un lamentable desenlace con la muerte de Laura a los 21 años de edad.
Pese a este duro golpe, María decidió sacar fuerzas para seguir compitiendo y terminar la temporada y después se tomó un año sabático para recuperarse.
En 2021, Salvo buscó un reto deportivo de gran magnitud con el que ponerse a prueba y mirar de superar lo que le había sucedido. Hizo una ruta en bicicleta entre Madrid y Lisboa recorriendo en tres etapas los 625 kilómetros que separan a estas dos ciudades.
Ex deportistas de prestigio como Alberto Contador la acompañaron durante algunas etapas, mientras que otros como Santiago Cañizares y Pedro Martínez de la Rosa le mandaron mensajes y videos de apoyo para animarla y mucha otra gente se volcó para apoyar a Salvo.
Consiguió lo que se había propuesto, pero no se detuvo ahí. En 2022, María Salvo se marcó varios retos nuevos, que fue superando uno a uno. Su objetivo consistía en realizar diversas pruebas del calendario de eventos organizados por The IRONMAN Group en España y Andorra, poniendo el punto de mira en su gran objetivo final, completar el Athletic Brewing IRONMAN® Barcelona el pasado 2 de octubre de 2022.
IRONMAN® 70.3 de Marbella, el primer reto
Así pues, los retos empezaron en mayo con el IRONMAN® 70.3 de Marbella, su primera prueba half IRONMAN®. En un entorno privilegiado como es la Costa del Sol, Salvo completó con éxito esta prueba de triatlón. Fue muy emocionante conseguir superar el reto, que en palabras de Salvo, fue muy útil para analizar todo el trabajo realizado con el entrenador y poder ajustar los planes antes del primer gran objetivo del reto, el Andorra 21 Ports.
La prueba ciclista llegó en junio, y Salvo la realizó, además, liderando el equipo RACC Hola Bici, integrado por ocho mujeres ciclistas no profesionales. Con esta iniciativa, se propuso promover el deporte femenino e incentivar la participación de mujeres en pruebas de resistencia. Así, su reto personal se convertía también en un reto colectivo, a través del cual empezó a inspirar a muchas otras mujeres a superar sus propios límites y hacer frente a las adversidades de la vida.
Esta prueba también finalizó con éxito, y pocos días después, el 3 de julio, Salvo participó en su segunda prueba half, el IRONMAN® 70.3® Andorra y, una vez más, consiguió cruzar la línea de meta.
Los retos de Salvo se han ido cumpliendo uno a uno, aún así, lo que se propuso para el IRONMAN Barcelona implicaba dar un gran salto en la escala de dificultad. Ni más ni menos que 4 kilómetros nadando, 180 en bicicleta y un maratón (42 kilómetros a pie) esperaban a la deportista en la costa del Maresme, en el que posiblemente sea el evento de triatlón más espectacular del sur de Europa, con dos pruebas simultáneas –un full y un half– y una gran infraestructura organizada por The IRONMAN Group tanto en la salida como en la llegada, que hacen de esta prueba un espectáculo único.
Salvo culminó con éxito su reto final y de esta manera toda una serie de propuestas deportivas que surgieron del dolor de la tragedia, pero que, sin embargo, no solo la han ayudado a ella a superar lo ocurrido y a superarse a sí misma, sino que también han inspirado a muchísimas personas, en especial a las mujeres, a dar el paso para iniciarse en el mundo de los deportes de resistencia y conseguir todo aquello que se proponen.
