El alero de los Golden State Warriors, Andrew Wiggins, está de vuelta. Han transcurrido 51 días de absoluto silencio, pero el jugador ha hablado públicamente en la previa del partido ante Oklahoma City Thunder para tranquilizar a los aficionados: “No creo que me lleve mucho tiempo poder volver”.
El canadiense, que abandonó la concentración sin explicaciones públicas y en la más absoluta discreción, tomó la decisión de reunirse con su familia y ser un apoyo más en la enfermedad de su padre. Desde el pasado 13 de marzo, el anotador se ha perdido un total de 22 encuentros y su encaje en el equipo cuenta con muchas dudas.
El ex de los Minnesota Timberwolves fue sincero con su nivel tras el parón: “Me sentía muy bien cuando me fui. Estaba con ritmo, metía los tiros y me movía bien. Espero volver como lo dejé”. El jugador, sea como fuere. se ha estado ejercitando en solitario con un entrenador personal para no perder la forma en ningún momento.
¿Candidatos al anillo?
Los Warriors han vivido en un altibajo permanente durante toda la temporada: ha firmado un imperial 33-8 en casa, pero un insuficiente 9-30 lejos de San Francisco. La fragilidad defensiva del equipo ha hecho saltar las alarmas en más de una ocasión y lo cierto es que jugarán la postemporada con el factor pista en contra. A falta de dos jornadas para el cierre de la temporada regular, los de Steve Kerr tienen un balance de 42-38 y se jugarán los dos últimos billetes directos al playoff con Clippers y Lakers en una final de temporada trepidante en el Oeste.
Victoria clave ante OKC
Los Warriors acabaron imponiendo su ley en el Chase Center de San Francisco para mantenerse en puestos de acceso directo a los playoffs. Steph Curry brilló con 34 puntos y seis triples y Jordan Poole aportó 30 tantos, en una noche en la que Klay Thompson estuvo ausente por un problema de espalda. Todos ellos serán clave para medir el techo competitivo de un equipo que defiende corona y que ha dejado algunas dudas durante la temporada. El regreso de Wiggins puede ser decisivo en las series a nivel táctico y emocional. “Es una presencia que aporta calma. Todo el mundo le quiere”, apuntó el técnico de Golden State Warriors, Steve Kerr.