Los Ángeles Lakers cayeron este sábado por 131-126 en su visita a los New Orleans Pelicans y LeBron James anotó 27 puntos para colocarse a 36 del récord absoluto de Kareem Abdul-Jabbar (38.387), una barrera que podría superar la próxima semana en casa contra los Oklahoma City Thunder o los Milwaukee Bucks.
Tras dos victorias consecutivas, contra los New York Knicks y los Indiana Pacers, los Lakers se rindieron ante un estelar Brandon Ingram, protagonista con 35 puntos, la mejor actuación desde su regreso, en una tarde en la que el puertorriqueño José Alvarado brilló con 18 puntos y unas jugadas decisivas para la victoria.
Anthony Davis, el gran ex del partido, dominó para los Lakers con un doble doble de 34 puntos y catorce rebotes y LeBron aportó 27, nueve rebotes y seis asistencias.
El récord de LeBron, entre los Thunder y los Bucks
Como se esperaba, ‘King James’ no batió este sábado el récord de puntos en la historia de la NBA de Abdul-Jabbar. Para hacerlo, necesitaba anotar 63 puntos ante los Pelicans, una cantidad que nunca había metido en su carrera (su mejor actuación fue de 61 puntos).
Pero ahora solo hay 36 puntos entre él y el récord, por lo que todo apunta a que James podrá superar la marca la próxima semana en uno de los dos partidos en casa contra los Thunder y los Bucks.
Los Lakers recibirán a los primeros el martes y a los segundos el jueves. Si James mantiene su promedio de 30.2 puntos por encuentro, se convertirá en el máximo anotador histórico de la liga estadounidense frente a los Bucks.
Los Pelicans rompen una racha de diez derrotas
Mientras, los Lakers se estrellaron ante unos Pelicans que pusieron fin a una racha de diez derrotas consecutivas que no solo les hizo perder las opciones de liderato en el Oeste, sino que los dejó en plena pelea por una plaza en el ‘play-in’.
Este momento negativo fue causado por la larga serie de ausencias en el equipo de Willie Green, que siguió sin poder contar con Zion Williamson y que echó de menos la baja de Ingram, regresado hace poco más de una semana.
El trío estelar de los Pelicans, completado por CJ McCollum, tan solo jugó diez partidos y 172 minutos este año. A la espera de la reincorporación de Zion, los de New Orleans pudieron celebrar una victoria de gran importancia para cambiar la dinámica de su curso.
Y eso que Anthony Davis llevó al límite a la defensa de los Pelicans con su poderío en la pintura, atacando el aro, pero también guiando transiciones y lanzando triples. Sus nueve puntos en el primer período lideraron el buen arranque de unos Lakers en los que LeBron aportó tres puntos, antes de aumentar el nivel con nueve puntos en el segundo.
Un alley-oop de Davis y un poderoso mate de LeBron, ambos a pase de Dennis Schroder, guiaron un parcial de 7-0 que lanzó a los Lakers hacia el 61-51. Los Pelicans no lograron aguantar ese ritmo pese a los trece puntos de Ingram.
Cada vez más cómodo en la pista, James siguió atacando el aro con contundencia y selló un nuevo mate para el 94-85 de los Lakers en el tercer período, pero los Pelicans consiguieron mantenerse el partido con unas jugadas determinantes de Alvarado desde el perímetro.
Alvarado y Murphy, contundentes desde el arco
El puertorriqueño evitó que los Pelicans se derrumbaran tras el mate de LeBron con un triple y conectó otro con 2.4 segundos por jugar en el tercer cuarto que colocó a su equipo a tres puntos de distancia (106-103).
Un parcial de 8-0 de los locales, con dos triples consecutivos de Murphy, completó la remontada y lanzó a los Pelicans hasta el 114-108. Eso sí, unos errores de los árbitros, que no vieron en dos ocasiones que Herbert Jones tocó el balón con un pie fuera de la pista, contribuyeron en cambiar la inercia del choque.
El ataque de los Lakers fue responsabilidad casi exclusiva de LeBron en los últimos minutos del encuentro, pero el número seis no consiguió evitar la derrota de su equipo.
Le espera ahora un regreso a Los Ángeles para abrir una semana histórica, en la que tiene a su alcance, quizás ya el martes ante los Thunder, el récord de puntos de Abdul-Jabbar.