Los Mossos vinculan la orden de matar a Valentín Moreno con el narcotráfico de cocaína

Los Mossos d’Esquadra sospechan que la ejecución de Valentín Moreno, perpetrada por un pistolero el 18 de noviembre de 2021, fue ordenada por personas vinculadas al narcotráfico de cocaína. Según las fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, el único hombre arrestado hasta la fecha, supuestamente, se había encargado de la logística de una ejecución en la que hay más implicados.

Por eso, los agentes de la Divisió d’Investigació Criminal (DIC) de la policía catalana, que han tardado un año y medio en poder llegar hasta este sospechoso, mantienen la investigación abierta y continúan buscando tanto a sus autores materiales como a quienes presuntamente dieron la orden de matarlo. Moreno recibió un disparo en la cabeza cuando caminaba solo por una calle de Sant Adrià de Besòs. La persona que empuñó el arma ese día no actuó solo, según todos los indicios recabados.

Moreno era una persona conocida en una población que lo había visto crecer y que le tenía miedo. Fue condenado por propinar una paliza mortal a un vecino de Santa Coloma de Gramenet en abril del 2000, cuando aún no había cumplido los 18 años, en el conocido como ‘Crimen de la Vila Olímpica’. Moreno también fue condenado en 2009 por agredir a futbolistas latinos. Varios de los jugadores de su equipo, el Bada Bing, fueron juzgados y condenados por golpear a miembros de la formación rival Rosario Central, integrada por hombres de origen argentino en su mayoría. El ataque se consideró racista.

Años más tarde, con más de una docena de años de reclusión por ambos episodios, siguió protagonizando incidentes en los terrenos de juego con el Sant Adrià C.F. y, en 2017, fue identificado de nuevo por los Mossos tras un agrio enfrentamiento con vigilantes del Hospital del Mar.

Temido por sus rivales

La figura de Moreno, a finales de 2021, se había hecho grande en el entorno delincuencial por el que se movía, sobre todo en el relativo al narcotráfico de cocaína. Los investigadores sospechan que su muerte pudo ser ordenada por traficantes con quienes se enemistó, y que la decisión de ordenar y planificar su ejecución se tomó sobre todo porque les preocupaba hasta dónde podía llegar Moreno

El hombre arrestado el pasado miércoles en Barcelona era alguien que se había encargado de preparar un crimen que aprovechó las pocas prevenciones que tomaba Moreno a pesar de la tensión existente a su alrededor. Moreno, que fue trasladado todavía con vida al Hospital de Can Ruti de Badalona, fue asaltado por un autor que se acercó por su espalda al salir de un bar que frecuentaba.

La condena del Crimen de la Vila Olímpica

Valentín Moreno Gómez se enfrentó por primera vez a la justicia cuando, siendo todavía menor de edad, asesinó a Carlos Javier Robledo Peña. Ocurrió el 1 de abril del 2000. Carlos Javier era un vecino de 22 años de Santa Coloma de Gramenet que aquella noche había salido de fiesta con dos amigos. Sobre las ocho de la mañana, se dirigieron a buscar el coche para regresar a casa. Pero junto al Fiat Bravo, aparcado en la Vila Olímpica de Barcelona, encontraron una cazadora en el suelo, la recogieron y comenzaron a inspeccionarla. Era un trampa dispuesta por Moreno y su grupo de amigos, que se abalanzaron sobre Carlos Javier gritando que por qué habían cogido esa chaqueta. Lo mataron a golpes.

Cuando se cometió el homicidio, en el que participaron al menos otras seis personas, Moreno era menor de edad –cumplía los 18 a las pocas horas– y se le aplicó la justicia juvenil. Un juez le impuso 12 años de internamiento en un centro de menores y la Audiencia de Barcelona le rebajó la estancia a ocho años y otros tres de libertad vigilada. Moreno, considerado uno de los principales autores del asesinato de Carlos Javier, nunca pidió perdón a la familia ni la indemnizó económicamente.

 

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