El principal movimiento opositor de Sudán, las Fuerzas de la Libertad y el Cambio (FFC), y los militares que están al frente del país han acordado firmar este lunes un acuerdo marco sobre la transición en el país africano, según confirmaron la semana pasada.
Las FFC señalaron que este acuerdo busca la transición a un gobierno civil en el país y añadieron que tras su firma se procederá a negociar “varios puntos pendientes” con la participación de todos los actores interesados en elaborar una Constitución transitoria.
Los firmantes deberán desarrollar cuatro documentos sobre rendición de cuentas y justicia transicional, desmantelamiento del antiguo régimen de Omar Hasán al Bashir, revisión del acuerdo de paz de Yuba y reforma de la seguridad.
“Los partidos que firmarán son las FFC, el Frente Revolucionario Sudanés liderado por Al Hadi Idris, el Partido del Congreso Popular, el Partido Unionista Democrático y profesionales y grupos de la sociedad civil”, afirmó el líder del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte (SPLM-N), Yasir Arman, en declaraciones al portal de noticias Sudan Tribune.
“Se firmará un acuerdo marco dentro de 72 horas. La principal diferencia entre ella, la declaración constitucional de 2019 y el Acuerdo del 21 de noviembre de 2022 (entre el jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, y el ex primer ministro Abdalá Hamdok) es la no participación de los militares en el poder en todos los niveles”, ha añadido.
De esta manera la autoridad de transición, incluidos el gabinete y el Consejo Soberano de Transición, estará compuesta en su totalidad por civiles.
Asimismo, Arman ha manifestado que espera que los presos políticos sean puestos en libertad antes de la firma, ya que este estipula el “fin de la violencia contra el movimiento de masas”, la liberación de los detenidos y una transformación de los medios de comunicación a favor de la democracia civil.
Al Burhan encabezó en octubre de 2021 un nuevo golpe de Estado que derrocó a Hamdok, nombrado tras un acuerdo entre la junta militar anterior, surgida tras el golpe de Estado de 2019 contra Al Bashir, y diversas organizaciones civiles y formaciones políticas opositoras.
El jefe del Ejército, que procedió tras la asonada a detener a numerosos altos cargos de las FFC tras acusarlos de dañar la imagen del Ejército, afirmó hace pocos meses que dejaba vía libre a las organizaciones políticas y civiles para pactar un proceso de transición, prometiendo que las Fuerzas Armadas permanecerían al margen, en el marco de los esfuerzos para resolver la crisis política.
