Por activa y por pasiva, Luis Enrique insistió que contra Japón no especularían y que el objetivo era clasificarse como primera de grupo, independientemente que eso supusiera encontrarse un camino más complicado en las siguientes eliminatorias. España, quizá, pecó de exceso de confianza porque en sus ecuaciones no contó, o pareció no hacerlo, que los japoneses los podrían sorprender, como hicieron, y relegándolos a la segunda plaza del grupo.
Todo lo contrario que su rival en los octavos de final, Marruecos, que sin hacer demasiado ruido ha superado la primera fase del Mundial dejando por el camino a Bélgica, una de las favoritas a llegar lejos, y enviando a la segunda plaza a Croacia. Los africanos han quedado primeros después de sumar dos victorias (0-2 contra Bélgica y 1-2 contra Canadá) y un empate (0-0 contra Croacia).
Hará muy bien España de no fiarse ni un pelo de Marruecos. A diferencia de muchas otras selecciones africanas, que destacan sobre todo por tener una buena fortaleza física, los marroquíes también destacan por tener un buen manejo del balón y jugadores de calidad que son importantes en clubs de Europa. Además son un equipo con energía, que exigirá estar concentrado y darlo todo durante todo el partido. El ritmo que impondrán será elevado, todo lo contrario que quizá hubiese pasado con Croacia. Además, Marruecos es la segunda vez que supera una fase de grupos (la primera fue en el Mundial del 86 en México) y quieren seguir haciendo historia en Qatar.
El jugador más peligroso y talentoso del equipo dirigido por Walid Regragui es Hakim Ziyech, del Chelsea. En el Mundial ya lleva un gol y una asistencia en los tres partidos disputados y es el líder del ataque marroquí y su jugador con más capacidad de desequilibrio. En la victoria contra Bélgica le dieron el MVP del partido. Además se encuentra cómodo ejerciendo de referencia de Marruecos después de haber ganado el pulso con el anterior seleccionador, el bosnio Vahid Halilhodzic, que pese a clasificar a la selección marroquí para el Mundial de Qatar fue despedido precisamente por su mala relación con Ziyech, que incluso renunció a la selección.
Otro de los jugadores a tener muy en cuenta es Youssef En-Nesyri, muy conocido por todos en la Liga española. El delantero del Sevilla está jugando a muy buen nivel en Qatar y es siempre un delantero peligroso para las defensas por su velocidad en carrera, su buena definición y también su estatura (mide 1,92). En este Campeonato del Mundo ya ha marcado un gol.
Y el tercer futbolista más peligroso de Marruecos no es delantero aunque puede desenvolverse bien como extremo. Hablamos de Achraf Hakimi, el jugador formado en el Real Madrid, que creció en la élite en el Borussia Dortmund, confirmó sus grandes expectativas en el Inter de Milán y que ahora juega en las filas del PSG. Partiendo como lateral derecho, tiene una gran explosividad y es muy peligroso a nivel ofensivo. Además puede actuar en las dos bandas. Es un futbolista de mucho recorrido.