Los Veintisiete debatirán este martes si congelar 7.500 millones de euros en fondos regionales, como proponen los servicios comunitarios, y también aprobar el plan de recuperación de Hungría de 5.800 millones pero condicionando cualquier desembolso a que cumpla los objetivos fijados en las reformas que se le exigen para luchar contra la corrupción y reforzar la independencia judicial mientras Budapest trata de ejercer presión con reservas a la ayuda macrofinanciera a Ucrania
El pasado 30 de noviembre, la Comisión recomendó aprobar el plan de reformas nacionales, puesto que Budapest ha puesto en marcha una serie de reformas, aunque aclaró que todo desembolso estará supeditado a que el Gobierno húngaro cumpla 27 medidas específicas ligadas a los problemas de corrupción y a la independencia de la judicatura, lo que en la práctica supone mantener bloqueados también los 5.800 millones de este fondo.
Estos dos expedientes pueden verse aparcados por el pulso del Gobierno húngaro, que trata de vincularlos a otros asuntos clave en la agenda económica de los Veintisiete, como la ayuda macroeconómica a Ucrania, que también necesita la unanimidad de los países, o la tasa del 15 por ciento a las multinacionales.
Tanto los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE), el Ecofin, como la presidencia checa del Consejo han supeditado a su reunión de este martes decidir si habrá una votación al respecto o si los Veintisiete acuerdan solicitar a la Comisión un nuevo informe que aporte aclaraciones al que ya presentó el pasado 19 de noviembre.
Sin embargo, una decisión al respecto es necesaria antes del 19 de diciembre, por lo que, según ha señalado el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, de no celebrarse una votación este martes, es posible que haya una nueva reunión de ministros en una semana.
La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha indicado que espera una decisión “en los próximos días”, línea similar en la que se ha expresado su homóloga finlandesa Annika Saarikko, con esperanzas en alcanzar un resultado “pronto”.
Por su parte, los ministros alemán y francés, Christian Lindner y Bruno Le Maire, partidarios, junto a Italia, de solicitar una revisión al informe de la Comisión, han pedido tiempo para revisar las muchas opciones que existen sobre la mesa.
La única que se ha pronunciado claramente al respecto ha sido la ministra holandesa, Sigrid Kaag, quien ha afirmado que Países Bajos se abstendrá en caso de que haya una votación sobre la descongelación de fondos regionales a Hungría, además de respaldar el análisis de la Comisión.