Lionel Scaloni: la versión orgullosa del entrenador protegió a sus jugadores de cara al duelo con Croacia por el Mundial Qatar 2022

DOHA (Enviado especial).- La FIFA lo llama el “día -1″. En el “menos uno”, los seleccionados están obligados a enviar a su entrenador y a un jugador al Centro de Convenciones de Qatar. Lionel Scaloni, siempre, y un futbolista, deben acudir a la sala de conferencias. Pero ya se alcanzó la etapa decisiva y la ocasión merece un lugar más destacado. El Al Mayassa theatre es un auditorio fenomenal, con espacio para 2300 personas. Reservado para los mejores.

Qué tipo de Scaloni llegará a la atención es una incógnita. ¿Será el confiado, de los primeros días?, ¿el sereno y conciliador, que buscó alejar a los futbolistas de las presiones después de la derrota contra Arabia Saudita?, ¿el enojado con la FIFA, por el programa de partidos?, ¿el molesto con los periodistas, porque se enteraron de algo que él no quería contar? Cada día es una sorpresa.

Los incidentes entre neerlandeses y argentinos todavía son tema de conversación en Qatar 2022 (afp /)

El de esta vez, antes de la semifinal ante Croacia, que se jugará este martes desde las 16 (las 22 locales), en el estadio Lusail, fue el Scaloni orgulloso. El que está seguro de su equipo y de su comportamiento. Lo abraza, lo protege. El que no cede ante las críticas y no retrocede ni un paso. Y se volvió importante, entonces, la forma en la que su plantel reaccionó a algunas intimidaciones de los jugadores neerlandeses. No cuestionó a los adversarios, pero tampoco admitió errores en sus filas. Consideró que todo fue dentro de los sucesos normales que ocurren en un partido de fútbol.

“Quiero aprovecho para zanjar el tema de las críticas por el comportamiento de los jugadores –arrancó-. El partido del otro día (contra Países Bajos) se jugó como se tenía que jugar. Tanto de parte de Holanda (sic) como de la Argentina. Hay discusiones, hay cosas que pasan dentro de una cancha, lo que sea. Pero hay un árbitro para impartir justicia. Nosotros sabemos perder y sabemos ganar. Perdimos con Arabia Saudita, nos fuimos calladitos a preparar el siguiente partido. Ganamos la Copa América en Brasil y se vio la imagen de deportividad más linda que se haya visto, con Lionel Messi, Paredes y Neymar charlando juntos después del partido”.

Messi dijo que Van Gaal le faltó el respeto, y le dedicó un mensaje tras convertir un gol (Aníbal Greco/)

Pero tenía más para decir. De todas, sin duda, fue su respuesta más locuaz. “No compro esa de que no sabemos ganar –desmintió-. Hay que desterrarlo. Un poco de orgullo hay que tener. Y se jugó como se tenía que jugar. El árbitro pitó el final y se terminó. Respetamos a Holanda (sic), a Croacia y a cada rival con el que juguemos. Lo que se dijo está alejado de la realidad de lo que somos como equipo, como grupo y cómo representamos a este país”.

La intensidad de los compromisos que debió asumir el equipo por el mal arranque llevaron al equipo a blindarse emocionalmente. A poner el temperamento por sobre el juego para salir adelante y luego sí, tratar de recomponer su realidad futbolística. “Venimos jugando partidos importantes desde que perdimos con Arabia Saudita. Todos fueron trascendentales. Dentro de nuestro cuartel, todos sabemos que es un partido de fútbol. A veces la suerte te da la espalda, como nos pasó el otro día con Holanda (sic). Pero nos manejamos con la misma naturalidad. Todo es para la alegría de la gente. Pero a veces no gana el mejor, hay que tomarlo con naturalidad”.

Para Scaloni, el problema de la Argentina en los cierres de los partidos no estuvo vinculado a una cuestión anímica, sino a lo prolongado del tiempo adicionado (Aníbal Greco/)

En ese sentido, la respuesta anímica, fue otro de los tópicos en cuestión. Aunque la Argentina fue ampliamente superior a Australia y bastante mejor que Países Bajos, pese a tomar ventaja de dos goles en ambos encuentros, recibió el descuento y sufrió contra los oceánicos, y recibió un empate y sufrió mucho más aún contra los europeos.

“Todo esto es nuevo. Eso de dar ocho, nueve minutos, diez, de tiempo adicionado, crea un poquito de incertidumbre para el equipo que va ganando. Del mismo modo que cambia el ánimo en el que va perdiendo. Cuando ves que dan 10 minutos… te da un poco de inseguridad. Es algo nuevo. No digo que sea justo o injusto. Se irá haciendo más natural ahora. Crea incertidumbre. Pasó en todos los partidos. Si se fijan, con Croacia pasó lo mismo contra Brasil cuando iba ganando y le empató en una de las dos últimas jugadas. Lógicamente hay que trabajar sobre eso. Pero no todos los momentos son iguales. El equipo que enfrentás también cuenta. La forma en la que juegan, los recursos que usan para tratar de empatar. Contra Holanda empezaron a tirar pelotas dentro del área sin juego y así nos crearon situaciones”.

El último de los asuntos anímicos estuvo vinculado con el desgaste de haber jugado un tiempo suplementario, algo que también afecta a Croacia, que jugó dos (ante Japón y Brasil). “No hay mejor descanso que el triunfo. No hay mejor manera de afrontar una semifinal que esa: sabiendo que la vas a jugar. Estamos bien, estamos enteros. Tenemos dos jugadores sancionados, que es una cuestión a resolver, pero en general el equipo está bien”.

 

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