Acuerdo histórico entre las 46 universidades públicas españolas para protestar contra algunos puntos que componen la nueva EBAU que el Ministerio de Educación quiere implantar el próximo año. Estas pruebas buscan poner en juego los nuevos contenidos y formas de evaluación que visten el currículo de Bachillerato a raíz de la implantación de la Lomloe, más centrada en las competencias que en lo memorístico. Pero las pruebas piloto que realizó el departamento de Pilar Alegría hace escasas semanas hicieron saltar las alarmas entre alumnos, profesores y coordinadores de la EBAU.
Las universidades públicas han presentado el mismo documento de alegaciones contra el real decreto que regula las condiciones de acceso a los grados, un sistema que entre sus novedades estaría aumentar el tiempo de las pruebas y daría a elegir a los alumnos entre Historia de España y Filosofía. Sin embargo, los coordinadores universitarios de las EBAU ven como “un despropósito” que se quiera implantar los nuevos exámenes en 2024 y más aún sin conocer todavía qué criterios quiere imponer el Ministerio para armonizar la evaluación, una propuesta que pretende acercarse a la idea de una prueba única demandada por las regiones del PP. Educación quitó su prueba de madurez del modelo que quiere implantar, pero el de ahora tampoco convence, por lo que piden atrasar el plan hasta 2025.
“Queríamos afrontar este cambio con sosiego, diálogo y tranquilidad, pero se ha hecho todo muy deprisa y está generando mucho estrés” entre los estudiantes, señala Sonia Madrid, vicerrectora de Estudios de la UMU y coordinadora de la EBAU en la Región. Los alumnos que ahora cursan 1º de Bachillerato serían los primeros en enfrentarse al nuevo modelo, tras estrenar este curso el renovado currículo de contenidos. Las pruebas piloto que llevó a cabo Educación generó más dudas que certezas entre ellos, ya que en Lengua Castellana y Literatura e Historia de la Filosofía se plantearon cuestiones o análisis de textos para estrenar “una forma de reflexión que todavía no se ha trabajado”, remarca Madrid.
La visión de las universidades públicas regionales es que el real decreto del Ministerio “es precipitado e inasumible” para los docentes de los institutos. “Existe una confusión muy clara, el Ministerio plantea los exámenes como una reválida de Bachillerato cuando en verdad es una prueba de acceso a la universidad”. Las instituciones académicas españolas han alegado, no solo contra los tiempos de las pruebas, sino también contra la composición de los tribunales o los sistemas de corrección y revisión de los exámenes, entre otros aspectos sobre la estructura, la organización y los procedimientos de las pruebas.
Problemas en los institutos
Los coordinadores en la Región de las materia que serán evaluadas en la nueva Selectividad han trasladado su preocupación, al igual que los profesores de Bachillerato, por el planteamiento de la nueva EBAU. Los institutos siguen trabajando con los modelos de exámenes que hay ahora mismo implantados desde la pandemia y los alumnos muestran su preocupación por no saber cómo será la versión definitiva de las pruebas.
“La duración de los exámenes, que al pasar de 90 a 105 minutos obligará a aumentar los días de duración de las pruebas hasta a seis días, prolongando innecesariamente el estado de tensión del alumnado en detrimento de su rendimiento”, recuerdan las universidades en un comunicado conjunto que han realizado. Junto con esto, la vicerrectora de Estudios de la UMU pone énfasis en lo que supondrán estas pruebas para aquellos alumnos con TDAH u otros trastonos que necesitan un modelo adaptado.