Las mujeres sobreviven más a los trasplantes de riñón e hígado

A pesar de que las enfermedades afectan por igual a ambos sexos, la discriminación de género a la hora de estudiar, diagnosticar y tratar estas dolencias ha sido una constante en el mundo de la medicina. Un ejemplo muy recurrente es el infradiagnóstico que se realiza a mujeres afectadas por enfermedades cardiovasculares, a las que se sigue diagnosticando y tratando de manera insuficiente, a pesar de engrosar hasta el 35% de las muertes causadas por este tipo de dolencias, como publicó la revista The Lancet en 2021. Según los expertos, no solo se las diagnostica más tarde, sino que en ocasiones los médicos tienden a infravalorar los síntomas y, llegados al caso, son más conservadores en los tratamientos

Los hombres reciben más del doble de trasplantes de órganos sólidos

Este sesgo hunde sus raíces en la escasa disponibilidad de datos científicos separados por sexos, pues, tradicionalmente, los ensayos clínicos se realizaban siempre con sujetos varones. Se daba por hecho, por ejemplo, que hombres y mujeres reaccionan igual ante las enfermedades, algo que no es cierto. Como consecuencia de ello, el sesgo por razón de sexo ha dinamitado no solo la investigación científica, sino también los posibles tratamientos a las dolencias. 

Así, los datos segregados por sexos no solo son útiles para la investigación científica, sino también para las intervenciones quirúrgicas y tratamientos médicos, entre ellos los trasplantes, para los que esta variable, han descubierto los científicos, tiene una importante influencia en la supervivencia de los pacientes. 

Esta es la conclusión a la que ha llegado un equipo de científicos de cinco países dirigidos por investigadores del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona después de realizar primera revisión sistemática para evaluar cómo el hecho de ser hombre o mujer puede influir en las operaciones de trasplantes de órganos sólidos. El estudio, publicado en la revista European Journal of Internal Medicine, ha sido elaborado tras realizar un seguimiento de 1.103 investigaciones publicadas entre 2016 y 2021, de las cuales solo 22 tenían los datos segregados por sexos. 

Solo un 4% de los casos publicados tenían datos segregados por sexos

Entre sus principales conclusiones se cuenta un hecho relevante: se hacen más del doble de trasplantes de órgano en hombres que en mujeres (un 63%, frente a un 36,3%). Además, las mujeres tienen una tasa de mortalidad de hasta el 3% menos después de un trasplante de riñón o de hígado, aunque los hombres tienen un índice de reingreso por complicaciones inferior en todo tipo de trasplantes. 

El estudio también infirió el riesgo oncológico de los pacientes de trasplante. En este caso, aunque las diferencias en la incidencia no eran significativas, sí que se percibían discrepancias en los tipos de cáncer observados. Las mujeres tenían más riesgo de sufrir un sarcoma de Kaposi, un tumor que se forma en el revestimiento de los vasos sanguíneos y linfático, así como tumores ginecológicos o de pulmón, mientras que los hombres tenían más posibilidades de desarrollar cáncer de riñón o de vejiga.

“Las diferencias registradas tendrían que hacernos pensar si estamos haciendo una aproximación adecuada o tendríamos que incluir más parámetros en nuestros estudios” señala Teresa Pont, una de las autoras del estudio, coordinadora de Trasplante del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigadora principal del grupo Donación y Trasplante de órganos, tejidos y células del VHIR, quien advierte que “cuando no se tiene en cuenta el análisis por sexos, se pierde información vital para conocer las particularidades de la situación del paciente, sea hombre o mujer”. 

distinto rechazo en función del sexo del donante

Los resultados señalaron que, en el caso de los trasplantes de riñón, las mujeres tienen distintos parámetros de rechazo en función del sexo del donante. Así, el porcentaje de rechazo es mayor cuando el donante es masculino y la receptora es una mujer. Sin embargo, cuando el donante es de sexo femenino, las receptoras mayores de 45 años tienen menos posibilidad de rechazo que los masculinos a cualquier edad. 

“Las hormonas sexuales influyen en la intensidad de la respuesta inflamatoria, lo que afecta las infecciones y el riesgo de rechazo, por lo que es importante que los profesionales consideren estas variables para decidir la estrategia del tratamiento puesto-trasplante y que se hagan nuevos estudios específicos para poder descifrar la compleja interacción de estos factores y cómo influyen en la aceptación o no del nuevo órgano”, advierte el profesor Jordi Rello, jefe del grupo de Innovación en Neumonía y Sepsis del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR) y catedrático de Medicina de la Universidad Internacional de Catalunya. “La esperanza de los investigadores”, sostiene “es contribuir a mejorar la supervivencia y calidad de vida de los pacientes, aportando conocimiento para optimizar los trasplantes y continuar avanzando hacia tratamientos personalizados”. 

 

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