“Las comisarías no están diseñadas para atender a las víctimas de violencia de género”

Las comisarías no están diseñadas para atender a las víctimas. No son espacios amables, ni cálidos, ni confortables”, expresa la subinspectora de la Guardia Urbana de Barcelona, Gemma Alfonso, en una entrevista con este diario. Cuando una mujer maltratada acude a dependencias policiales para denunciar a su pareja, llega en un estado psicoemocional muy delicado, y es que tardan una media de ocho años en hacerlo. Tras tanto tiempo de maltrato físico, sexual, psicológico, económico; con el consiguiente aislamiento de sus amistades y familia, es complicado que una mujer se empodere y de el paso. Por eso, cuando lo hace “hay que intentar quitar todas las barreras y facilitar su atención”. Con esta voluntad, la Guardia Urbana de Barcelona estrenó hace dos semanas dos Servicios de Atención a las Víctimas (SAV) especialmente pensados para las mujeres que sufren violencia de género y sus hijos. Lugares donde ellas pueden informarse de sus opciones, empezar a trabajar con servicios asistenciales y denunciar, ya que desde noviembre la Guardia Urbana puede recibir este tipo de demandas.

“Son espacios amables, que no parecen una comisaría. En ellos, las víctimas tienen prioridad y pasan por delante de cualquier otro ciudadano, y tienen privacidad todo el tiempo”, explica la subinspectora. Hasta el mobiliario está pensado para dar un trato más cercano: “La mesa del ‘box’ tiene una forma pensada para que el agente pueda hacer el atestado sin perder contacto visual con la víctima, e incluso cogerla de la mano si ella lo quiere”, factores clave durante unas difíciles y agotadoras declaraciones, que pueden durar entre tres y cuatro horas.

Servicio de Atención a la Víctima (SAV) de la Guardia Urbana de Barcelona. |

Asimismo, los hijos de las víctimas también cuentan con un habitaciones especiales junto al ‘box’ de atención a la víctima, que están separadas con paredes de cristal insonorizadas, para que el niño no escuche la declaración, y pueda entretenerse con juegos o viendo la televisión.

“Esto no existe en ningún otro lugar”

Estos espacios están situados en las comisarías de la Guardia Urbana de Nou Barris y de Ciutat Vella, en Barcelona. La segunda, casi terminada, será prácticamente “toda una comisaría para ellas“, con más de 100 metros cuadrados y 23 agentes que han pasado por un proceso de selección y 136 horas de formación. “Esto no existe en ningún otro lugar de Catalunya, ni de España, ni de Europa”, subraya la subinspectora Alfonso.  

No obstante, aunque estos servicios facilitan que las víctima declaren en mejores condiciones, no hay que olvidar la gran infradenuncia existente en estos casos. Por eso, a menudo son los propios agentes que patrullan los que tienen que hacer el “esfuerzo” de mirar más allá para detectarlos. Tras recibir formaciones en esta materia, agentes de la Guardia Urbana han destapado casos graves de violencia machista en la capital catalana.

En el 2022, los casos de violencia machista en Catalunya incrementaron un 24% en comparación con el 2019. Un aumento que la subinspectora Alfonso atribuye a la “normalización de la violencia” de una sociedad que a menudo te cuenta que “quien te quiere te hace sufrir”. Así, la relación de maltrato continúa, y la mujer termina sin herramientas. “No sabes cómo pedir ayuda, y te va vergüenza porque piensas que no te creerán“, explica la subinspectora, quien por esta razón insiste en la necesidad de que los agentes tengan una “perspectiva amplia” para conectar con ellas.

 

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