Los pterosaurios dominaron los cielos del Mesozoico, desde su aparición en el Triásico hasta su extinción a finales del Cretácico. Sin embargo, durante este último periodo su diversidad fue decreciendo progresivamente. Ahora, un estudio atribuye parte de este declive a la evolución de las aves, que se convirtieron en sus competidoras.
El estudio, realizado por investigadores del Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología de la Academia China de Ciencias, ha analizado conjuntos de datos sobre los pterosaurios en diversos momentos de su evolución, prestando especial atención a su tamaño y disparidad morfológica (es decir, cuánta variedad había).
Los resultados muestran que, durante la mayoría de su historia, los pterosaurios evolucionaron en tamaño y complejidad y se diversificaron; pero que a finales del Cretácico esta tendencia se invirtió y su diversidad se redujo. Los autores del estudio atribuyen este retroceso a un motivo inesperado: la competencia de las aves.
¿Por qué los pterosaurios entraron en declive?
Siempre se ha presentado a los pterosaurios como los amos del cielo durante la era de los dinosaurios, por lo que puede parecer sorprendente que las aves – que eran prácticamente recién llegadas en el escenario evolutivo – les pudieran disputar la corona. Y efectivamente, durante millones de años los pterosaurios mantuvieron su dominio, pero esto se debía principalmente a que su tamaño era significativamente mayor que el de las aves por aquel entonces.
Sin embargo, los datos muestran que, a lo largo del Cretácico, el número y variedad de pterosaurios gigantes disminuyó progresivamente. Esto parece suceder contemporáneamente a una disminución general de la biodiversidad en ecosistemas terrestres a partir del Cretácico Medio. Los investigadores apuntan, como posible causa de ambos fenómenos, a una reducción de la masa de tierra emergida.
Si esta hipótesis fuera correcta, la razón por la que los pterosaurios entraron en declive habría sido, precisamente, el gran tamaño que habían alcanzado, ya que las especies de mayor tamaño son las que más sufren los efectos de una reducción del terreno disponible; incluso si son voladoras, ya que necesitan la tierra para alimentarse y nidificar.
Aves y pterosaurios compitieron por el dominio de los cielos
Los datos del estudio muestran que a principios del Cretácico predominaban los pterosaurios de gran tamaño, mientras que las aves ocuparon el nicho que estos habían dejado libre como depredadores voladores de pequeño tamaño. También había pterosaurios de menores dimensiones, pero eran menos y poco variados.
En cambio, a finales de la era de los dinosaurios, aunque aún había pterosaurios gigantes, eran una minoría debido a la disminución de tierra emergida. La mayoría de ellos eran de un tamaño más similar a las aves y esto les situaba en un plano de competencia. Estos dos factores combinados – la presencia de nuevos competidores y la imposibilidad de alcanzar mayores tamaños – podrían haber sido la causa de su declive final.