La pasada temporada, antes de encarar la jornada número 18 de LaLiga, el Real Madrid lideraba la tabla con 42 puntos, uno más de los que suma un año más tarde. El Sevilla era segundo a siete puntos, mientras que la Real Sociedad ocupaba la quinta posición con trece puntos menos. El drama del Barça era tal que los blaugrana aparecían séptimos con 25 puntos, a diecisiete de los blancos.
Son datos que confirman la extraordinaria evolución de un equipo, el de Xavi, que arrancó en la segunda mitad del pasado campeonato y que en el presente mantiene una clara línea ascendente. Y es que, transcurridas las mismas jornadas, los blaugrana lideran la clasificación con 44 puntos, diecinueve más que en el último ejercicio. Sin el Barça, el título liguero del Real Madrid fue un paseo militar. Si los de Ancelotti quieren repetir, deberán ganar el mano a mano planteado por el conjunto culé esta temporada.
Campeón de invierno
Y es que el Barça tiene en su mano lograr el título honorífico de campeón de invierno, un reto que no garantiza nada cuando se hayan completado las 38 jornadas, pero que permiten confirmar que este equipo va en serio y que, por lo menos a nivel doméstico, vuelve a optar a todo.
Para ello, los de Xavi, aún sin Lewandowski, necesitan sumar los tres puntos en Montilivi, donde espera un Girona aguerrido que ya fue capaz de arrancar un punto del Santiago Bernabéu y que, como asegura Michel, su técnico, no tiene “nada que perder”.
Los números del Barça invitan al optimismo porque el equipo lo ha ganado todo a domicilio con la excepción del clásico y suma siete victorias de ocho desplazamientos. Eso sí, de los seis goles encajados, cinco han sido lejos del Spotify Camp Nou, aunque tres de ellos cayeron en el Bernabéu. Lo cierto es que los blaugrana tienen una oportunidad enorme para meter presión a su máximo rival por el título, que recibe a la Real Sociedad el domingo ante su afición.
Aumentar la distancia
Si el líder es capaz de abandonar Montilivi con los tres puntos, aumentará la diferencia respecto al Real Madrid hasta los seis puntos, una circunstancia que obligará a los de Ancelotti a ganar para no distanciarse peligrosamente de los blaugrana. El problema es que los blancos se miden a uno de los equipos más en forma de la competición, la Real Sociedad de Imanol Alguacil, que en una semana habrá visitado el Spotify Camp Nou (cayeron 1-0 en los cuartos de la Copa) y el Santiago Bernabéu.
Los blancos se están mostrando muy sólidos en casa, donde solo han dejado escapar dos empates, ante Osasuna y Girona, y, pese a que no están atravesando por un gran momento de juego, están siendo capaces de sacar sus partidos adelante, como demuestra la victoria ante el Atlético en la Copa, remontando el gol inicial de Morata en la prórroga, pero también la remontada en octavos ante el Villarreal o el 0-2 en San Mamés de LaLiga.
La Real Sociedad volverá a examinar la entereza de un equipo que rinde de forma irregular, pero que mantiene su espíritu competitivo intacto y al que le sobra con buenos ratos de fútbol para acabar imponiéndose a sus rivales. Si los de San Sebastián no dicen lo contrario en el Bernabéu, el torneo de la regularidad apunta a un mano a mano vivido durante muchísimas temporadas entre Barça y Real Madrid que ganará quien más solidez muestre hasta el final.