La comida china se ha vuelto muy popular en Occidente, cada vez son más los comensales que buscan deleitar su paladar con sabores asiáticos que les transporten a otros lugares. Un viaje gastronómico que puede ser un paraíso o un billete directo a los infiernos.
La sociedad china ha valorado la gastronomía a lo largo de los siglos. Una cultura que trabaja el culto al cuerpo y a la salud, desde medicinas y técnicas orientales, también tenía que dejar huella en cuanto a lo gastronómico. Su comida va en sintonía con la filosofía, cultura y medicina del país.
El país chino, tiene una gran extensión gastronómica, que se reduce a ocho grandes cocinas tradicionales. Son las más conocidas e influyentes tanto en el país como fuera de él, y son las que dicen seguir los restaurantes chinos como este de Barcelona.
El local situado en la zona de Provenza, es conocido por sus platos típicos de comida china, aunque la comida estuvo aceptable pero los comensales no han quedado contentos con la calidad del servicio, por esto que pasó.
Así definía uno de los clientes la experiencia gastronómica en el local:
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“Tuvimos que tomarnos nota de la bebida nosotros mismos cosa que hicimos muy diligentemente pero se equivocaron al traerlas y encima nos echaron la culpa a nosotros”, así definía el cliente la experiencia en el local.
Ellos mismos se tomaron nota, pero no fue suficiente para los camareros que aún así se equivocaron con la comanda y les echaron la culpa a los clientes, conforme no se habían ‘autoatendido’ bien.
Una situación extravagante que ha enfadado a los comensales: “no fueron nada agradables con nosotros y lo único que les interesaba era cobrarnos rápido para liberar las mesas”. El trato del personal amargó la cena a los consumidores que califican al restaurante de “deleznable”.
