“Navidad se me vino encima. No tengo nada. No compré regalos, no hice el vittel toné y ni siquiera sé si es en mi casa o en lo de mi suegra”, resume Anabela Lautaro, de 36 años, madre de Brunella, de siete años y Agustín de cuatro.
“Dejamos todo para último momento. Ahora vamos a salir a ver qué encontramos. Con los festejos del Mundial y toda la expectativa puesta ahí, se me pasó volando el fin de año. ¡Ni un pan dulce compré!”, resume. No es la única. En los últimos días, apenas el Mundial de Qatar bajó la persiana miles de argentinos todavía estaban en los ecos de los festejos cuando cayeron en cuenta de que la Navidad ocurriría en muy pocos días (ahora, en horas) y que no había tiempo para organizar grandes eventos.
El chiste circuló en las redes: “Si no nos organizamos pronto, para Nochebuena vamos a comer paté con galletitas de agua”, resumía uno de los mensajes. Y miles de personas se sintieron identificadas.
“En mi caso, se me vino Navidad encima y mi cumpleaños también, que fue el lunes, apenas después de la final. Creo que la final con Francia hizo que todo se corriera para más adelante. Hubo mucha gente que no me saludó o me saludó varios días después, porque la final se comió todos los eventos. No sabemos nada, recién estoy hablando con la familia y no sabemos si vamos a lo de mi hermana o si vienen todos acá. Me parece que el ambiente festivo del Mundial opacó ese ambiente festivo a veces impuesto que trae la Navidad. Pero está bien. Esta va a ser una Navidad con menos preparativos pero con una felicidad más auténtica porque todos nos sentimos contentos, con ganas de seguir festejando”, asegura María Freire, de 49 años.
¿Mesa afuera o adentro? Cómo va a estar el clima en Nochebuena y Navidad
“Creo que todavía se venden más camisetas de la Argentina que árboles y regalos navideños —apunta—. En muchas casas, Navidad va a ser una excusa para revivir el síndrome ‘Muchachos’, que sigue muy vigente. Y la canción retumba en la cabeza todo el tiempo, y uno necesita cantarla con otros para sacársela”.
Entre las corridas de último momento, la ciudad desde hace dos días se volvió un caos de tránsito: no ayuda que los días festivos caigan en fin de semana, entonces muchos aprovecharon los últimos días hábiles, con Papá Noel respirándoles en la nuca, para comprar los regalos. De hecho, esta noche, a partir de las 20 y hasta las 4 a.m. se realizará la tradicional noche de los shoppings, en la que se esperan que miles de personas salgan a hacer sus compras de último minuto, aprovechando descuentos y promociones de hasta el 40%. Los shopping que se suman son el DOT, Alto Palermo, Abasto Shopping, Patio Bullrich, Alcorta Shopping, Alto Avellaneda, Soleil Premium Outlet y el Distrito Arcos.
La misma estrategia
Pero no todos optaron por la misma estrategia. Algunos, al sentir que los festejos se le vinieron encima decidieron hacer una versión muy acotada de navidades anteriores. En ese diagrama de emergencia, por ejemplo los Suárez, que son de Villa Urquiza, armaron un Google doc para asignar las responsabilidades: quién lleva la ensalada rusa, quién el helado y quién la ensalada de frutas. Este año, suprimieron el lechón que cada año llevaba Ricardo y también el matambre de la tía Elvita, y en cambio, Andrés, el más chico de los hermanos se puso la diez y compró siete kilos de carne y achuras para resolver todo a la parrilla.
Hoy los shoppings estarán abiertos hasta las 4 AM
“Este año, el asado nos salvó a todos. Además de que ya estamos sobre la fecha, con este calor nadie quería cocinar. Además, como hay tanto Covid, por ahí pasa que justo se enferma el que traía el plato principal y estamos complicados. Por eso, este año cada uno lleva bebidas y postre y la carne la compramos entre todos. Lo único que sobrevivió del menú de navidades anteriores es el pan dulce”, explica Angeles Pena, de 52 años, que vive en Adrogué.
“No compre regalos. Como mis hijos están grandes, les voy a dar un sobre con plata y que se compren lo que quieran”, asegura.
La organización del menú no fue sencilla. Y las corridas de último minuto, agotadoras. “Este año, como nunca la gente esperó a último momento para encargar el helado de las Fiestas. Tenemos clientes que siempre se manejan con mucha previsión y este año nos están llamando ahora. Así que seguro vamos a estar hasta último momento con las ventas. Lamentamos que este año no podemos ofrecer el clásico de la casa, que es el pistacho, porque hay faltante de la materia prima porque hay un contenedor retenido en la aduana”, explica Gabriel Fama, propietario de la heladería Cadore, una de las más tradicionales de Buenos Aires.
Algunos fueron más previsores y como sabían que el Mundial se iba a comer todos los festejos y los preparativos, compraron los regalos de forma anticipada: Soledad Lopatka es una de ellas. “Yo sabía que iba a ser un caos, por eso, el regalo para mi marido que es el único que compro, lo compré en noviembre. Y después, ayer decidimos que nos vamos a pasar Nochebuena a Rosario, que de donde es la familia de él. No sabemos dónde vamos a estar el 24 allá, pero confiamos en que alguien de la familia nos acoja”, cuenta.
“Yo soy muy organizada con las Fiestas, porque en general soy la que se encarga de organizar quién trae qué. Pero sí pasó que todavía no sabemos muy bien dónde nos juntamos el 25. Pero, por ejemplo en mi familia, mi prima sabe que tiene que traer la lengua a la vinagreta pero todavía ni siquiera la compró. Yo, que soy muy obse ya tenía todo comprado porque me toca el vittel toné. Y con los regalitos, sí, todo muy a último momento. Todavía estoy comprando cosas. Otros años, tenía todo resuelto 15 o 20 días antes”, cuenta Cynthia Pérez, abogada y mamá de Sofía.