El Congreso de los Diputados pisa el acelerador con la ley trans. La ponencia que tenía que decidir el contenido del informe de la ley se ha cerrado en una única sesión y sin solucionar la principal incógnita: qué pasará con la enmienda del PSOE sobre menores trans que disgusta tanto a Unidas Podemos como a los socios parlamentarios del Gobierno.
El 12 de diciembre, la Comisión de Igualdad ultimará el texto de la ley y será ese día cuando todos los grupos parlamentarios tengan que pronunciarse sobre las enmiendas del PSOE que limitan la autodeterminación del género a los menores de 16 años, la violencia intragénero o el proceso de reversibilidad del cambio registral del sexo, que siguen vivas.
Se repite así la historia ya vivida con la ley del sólo sí es sí, de mantener hasta el último minuto posiciones maximalistas en las que el acuerdo es imposible. Entonces, el PSOE defendió sus enmiendas sobre proxenetismo hasta el final, llegando a poner en riesgo la aprobación de la norma. En aquel caso, los socialistas retiraron sus enmiendas para salvar la norma, pero es imposible pronosticar si actuarán de la misma manera en este caso. Será clave para decantar la balanza el posicionamiento del Partido Popular sobre las enmiendas socialistas, que por el momento guarda silencio.
Es momento de negociación parlamentaria para aclarar el futuro de esta norma, cuyo camino ha sido complejo desde su negociación en el seno del Gobierno. Una negociación exprés, pues sólo quedan 12 días para aprobar el texto final en la Comisión de Igualdad.
Desde el PSOE, la secretaria de Igualdad, Andrea Fernández, ha explicado que su grupo inicia ahora una fase de negociación con todos los grupos parlamentarios y que las socialistas tienen un “ánimo negociador” con “todo el arco parlamentario”.
El PP ha incidido en que nadie se ha puesto en contacto con su grupo para negociar nada y ha evitado pronunciarse sobre si apoyarían las enmiendas socialistas relativas a menores. Su vicesecretaria de política social, Carmen Navarro, ha reiterado que el PP está en contra de esta ley por una falta de seguridad jurídica y porque su “interés” es proteger “a los menores por encima de todo”. ¿Ese interés les llevará a apoyar la enmienda del PSOE para exigir autorización judicial para que los y las adolescentes de 14 y 15 años puedan cambiar su mención registral del sexo?
Los populares no han querido responder a esta pregunta. “No estoy en disposición de decirles nada. (…) Nadie nos ha llamado, nadie ha pedido un acercamiento al Partido Popular sobre ninguna de las enmiendas”, ha subrayado Navarro.
Tanto la política popular como la diputada de Unidas Podemos Sofía Fernández Castañón han coincidido en recordar que el proyecto de ley trans salió del Consejo de Ministros con el respaldo de los dos partidos de la coalición.
El mensaje de Unidas Podemos es el mismo que en las últimas semanas: que la ley sólo se debe tocar para mejorar lo acordado por el Ejecutivo, en ningún caso para recortarla. Su disposición es la de intensificar el diálogo y la “búsqueda de acuerdos”, pero sin retrocesos. “Tenemos tiempo y voluntad suficiente para hacer todas las mejoras posibles en la ley siempre que eso implique no retroceder en ningún aspecto”, ha dicho Fernández Castañón.
Los colectivos LGTBI ya han dejado claro que no van a aceptar esos recortes relativos a los menores trans y han elevado su presión al PSOE con la convocatoria de una manifestación a la que acudirán por primera vez unidos el próximo 10 de diciembre en Madrid.
Un trámite exprés
La ponencia de la ley trans sólo ha tenido una sesión, la de este miércoles, que “ha sido un trámite de trabajo ordinario, normal, tranquilo”, según Andrea Fernández. Fruto de la reunión de esta tarde, que ha durado algo más de dos horas, se ha aprobado un informe en el que se han incluido 23 enmiendas, dos de ellas transaccionales.
En esa sesión no se han abordado, sin embargo, las aristas conflictivas: las enmiendas socialistas sobre menores -particularmente-, reversibilidad del cambio registral del sexo o violencia intragénero. Las cartas se tendrán que poner encima de la mesa en la Comisión que apruebe el dictamen de la ley, ya que al mantenerse viva estas enmiendas, todos los grupos tendrán que votar a favor, en contra o abstención.
Unidas Podemos considera un “avance parlamentario innegable” que se haya cerrado la ponencia en una única tarde, lo que permitirá “cumplir con el compromiso” de que el Congreso apruebe la ley trans antes de que acabe el año.
El PP, sin embargo, considera que legislar con prisas es un “error”: “Parece mentira que hoy que estamos conociendo las consecuencias de los errores de algunas leyes que salen de esta Cámara en esta legislatura, volvamos a cometer el mismo error”, ha señalado Navarro, que también ha lamentado que no se haya aceptado la comparecencia de profesionales para abordar “una ley tan importante que requería de un debate serio y riguroso”.
Los populares se han quejado además de que la presidenta de la Comisión de Igualdad, la socialista Carmen Calvo, no haya estado presente en la sesión de la ponencia. Para el PP, se trata de una “falta de diligencia debida” y de una dejación de funciones, habida cuenta de que se respiraba un “ambiente de controversia” y que había “posibilidad de lío”.