Joseba, gallego afincado desde hace años en Vitoria, acudió a First Dates para conocer a gente diferente y con una insólita petición: “Un mínimo de una ducha semanal”. La organización del programa de Cuatro le puso una chica del norte, una asturiana de nombre Helena. Ambos congeniaron en personalidad, pero lo que nunca se imaginó Joseba es que Helena le confesase al final de la cita que él era “la ducha del año”.
Él llegó al programa confesando que no le gustaba demasiado la monogamia y que se fijaba mucho en la estética de las personas. Es peluquero y hace años que empezó a llamarle la atención “las chicas a los Britney Spears, los raperos…”. Helena acudió con un corsé, minifalda, botas de punta rojas y el pelo a dos colores.
Se mostró divertida y habladora. Y nada más llegar a la barra se pidió lo mismo que él: un Jagger con Red Bull. “Lo he olido desde aquí”, confesó ella.Helena es una joven que reconoce estar encontrándose todavía. Siempre soñó con ser profesora de ballet, pero su profesora la machacó con que bajara de peso. “Los profesores son una mierda; nadie te puede decir que bajes de peso.
“Eso es una lucha que tienes tú contigo mismo”, confesó. Además, también explicó el gran vacío que siente desde la muerte de su madre y sus esfuerzo desde entonces para saber por dónde quiere que transcurra su vida.
Todo lo refleja en su exterior, con su forma de vestir. “Me gusta ser una choni”, le espetó a su cita. Él confesó que no le hubiese molestado que le hubiesen traído a una pija. Sin embargo, se mostró encantado con la naturalidad de su cita. Ambos se rieron a carcajadas cuando ella le soltó que no se pintaba los labios porque “luego parece que vengo de hacer cosas que no son”.