La FP dual sigue sin despegar en España, con solo el 3,7% del alumnado

La nueva ley de formación profesional -aprobada en el Parlamento hace un año- convierte a toda la FP en dual. En España, este modelo, que combina formación y empleo, empezó a implantarse en el curso 2013-2014 y, desde entonces, ha experimentado un fuerte crecimiento en el número de personas matriculadas, pasando de 4.292 a 37.841 en el año académico 2020-2021. Especialmente intenso fue el incremento en 2016-17 (86%). Aunque estos datos hablan de un crecimiento acelerado, las personas matriculadas en la modalidad dual siguen representando un porcentaje muy pequeño sobre el alumnado total de formación profesional: 3,7% en 2020-21, según destaca el informe ‘Formación Dual en España: situación y perspectivas’, aprobado hoy por el pleno del Consejo Económico y Social, órgano consultivo del Gobierno formado por sindicatos, patronales, consumidores y otros consejeros independientes. Cataluña supera ese dato medio, registrando 2.751 estudiantes de FP dual en grado medio en régimen presencial (4,4%) y 6.322 en grado superior (9,8%).

La formación dual -que implica una conexión entre los centros educativos y las empresas y que afecta tanto a la FP como a la universidad- es “la palanca que necesita España” para afrontar dos grandes retos: el empleo y la productividad, ha destacado Antón Costas, presidente del CES, en la presentación del informe, que pide extender la formación dual no solo a la educación reglada sino también a las políticas de empleo para que las personas que están en paro puedan reciclarse académicamente y tener así más opciones de encontrar trabajo.

El estudio destaca que el contrato para la formación y el aprendizaje, la otra vía concebida para la FP dual en 2012, debía haber sido una pieza clave para el impulso de la formación dual favoreciendo la transición entre la etapa educativa y la laboral, sobre todo para la población joven sin cualificación reconocida. Sin embargo, en la práctica, “se desvirtuó su finalidad formativa y ha tenido un papel marginal como vía de acceso de la población joven al mercado de trabajo”.

Cataluña

El CES también destaca que la FP dual no tiene una implantación global en España sino que se concentra en pocos territorios, sobre todo desde el curso 2016-17. En el año académico 2020-2021, casi siete de cada diez personas matriculadas en FP dual (sin contar Euskadi y Navarra, donde la implantación es abrumadora) lo estaban en Andalucía, Cataluña y Madrid. El motivo son dos: la clara apuesta de la comunidades por este tipo de formación y el fuerte tejido empresarial.

Tanto en la FP dual como en la no dual, existe una concentración muy significativa del alumnado en torno a determinadas familias profesionales. Las más demandadas son las que te pertenecen a la rama STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Tanto, que acaparó el 40% de los estudiantes de la FP dual el pasado curso.

El informe del CES subraya un desequilibrio por género en la elección de estudio que responde, entre otros motivos, a los consabidos estereotipos de género, lo mismo que sucede en los estudios universitarios, según explico el ministro del ramo, Joan Subirats, el pasado lunes en Madrid. En general, la presencia femenina en FP dual es inferior a la masculina. Además, se produce una importante infrarrepresentación femenina en los campos STEM. Una vez más, la causa es “la persistencia de estereotipos de género”, así como unas menores oportunidades de inserción laboral. Las tasas de empleo, de hecho, son menores entre las graduadas (tanto en los ciclos de grado medio como los de superior) que la de sus compañeros varones.

FP básica

La FP básica constituye la principal vía de rescate para el alumnado de secundaria con más dificultades al final de la ESO y para reducir el todavía elevado abandono escolar temprano en España. Sin embargo, el estudio insiste en las altas tasas de abandono en dicha modalidad de formación (41,7%), así como también en los ciclos de grado medio (30,7%). Este problema -según los autores del informe- no es exclusivo de la formación profesional sino que se da en los estudios obligatorios y en los universitarios, afectados también por importantes condicionantes socioeconómicos.

El CES considera imprescindible que, dado que la nueva ley considera que toda la formación profesional es dual, conocer la incidencia y los motivos del fracaso y abandono. “La falta de datos sobre esta cuestión es una de las lagunas que limitan un mejor conocimiento de esta”, concluye el informe.

También hay motivos para el optimismo, como el hecho de que la actual ley de FP especifica mucho más la formación en la empresa, establece claramente la figura del tutor o tutora y orienta la formación hacia las competencias que demandan las empresas.

Pasos a dar

El informe considera necesario dar algunos pasos, como culminar la aprobación de los decretos que desarrollan la ley y dotar de recursos suficientes y eficientes. Además, se necesita hacer efectivas las oportunidades de formación a lo largo de la vida, así como considerar toda la formación profesional (de grados C, D y, en su caso, E) como FP dual. Esto última supone, según el informe, “un cambio de paradigma que exigirá escalar significativamente la cantidad de puestos de formación disponibles en empresas”. Se trata -concluyen- de expandir la FP dual intensiva, pero sin descuidar, antes bien modernizándola y potenciándola, la FP dual general.

El informe recuerda que las nuevas demandas de cualificación en el ámbito de la digitalización, la sostenibilidad medioambiental y el sector de los cuidados aconsejarían la adecuación de la oferta existente y la creación de ámbitos formativos nuevos. “Es necesario que las nuevas necesidades de cualificaciones detectadas se trasladen de forma ágil a la oferta formativa mediante el diseño de nuevas titulaciones y la revisión de las existentes”, aseguran los autores.

Además de incrementar la oferta dados los problemas que han tenido muchos estudiantes para encontrar plaza, otra reclamación del CES es ampliar sustancialmente la participación de las empresas como formadoras en FP dual, especialmente en la dual intensiva, y la extensión de esa participación a otros ámbitos de la formación dual, en especial en la universidad, es una meta crucial para lograr en los próximos años un despegue definitivo de la formación dual.

El ejemplo de otros países

El informe de CES añade que los países donde se observan mejores resultados son aquellos cuyos sistemas de FP dual están implantados desde hace décadas, tales como Alemania, Austria, Suiza o Dinamarca. El éxito de estos modelos se debe a la confluencia de varios factores, como los interlocutores sociales y el hecho de que las cámaras de comercio sean una pieza clave. Estos países -donde también se da una importancia financiación público y privada- se han caracterizado por el elevado nivel de coordinación entre administraciones y organizaciones socioeconómicas. Han generado sistemas con una larga tradición de participación y corresponsabilidad de las empresas en el sistema, incluidas las de pequeño tamaño, que ven en la FP dual un mecanismo fundamental para contar con las personas trabajadoras cualificadas que necesitan.

 

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