“Amarna no tiene sororidad, usa el feminismo para defender algo que no debe defender y pisotea el colectivo (…). No sabe lo que es la ética feminista y defiende la pedofilia y la violación“. Son algunas de las frases que se pudieron leer en las pancartas de una exposición contra la explotación sexual y la trata, organizada por tres artistas y activistas feministas en la estación de Atocha de Madrid el pasado 23 de septiembre.
Ahora, la exactriz porno Amarna Miller ha demandando a la directora, a la diseñadora y a la comisaria de la performance y a otras tres mujeres que, según asegura en su escrito al que ha accedido CASO ABIERTO, “estudiaron el proyecto, le dieron el visto bueno y adjudicaron 14.999 euros de fondos públicos con los que se financió”. Se trata de la ministra de Igualdad, Irene Montero; la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell; y la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez.
Miller, que posó desnuda en sus redes sociales para pedir el voto para Podemos en las elecciones generales de 2015, asegura en su demanda, que ha correspondido al juzgado de primera instancia número 103 de Madrid, que las tres dirigentes del Ministerio de Igualdad “participaron activamente en la elección de la exposición” y son “responsables” de ella “como órgano de contratación del ministerio”. Preguntados por CASO ABIERTO, fuentes del Ministerio de Igualdad aclaran que la exposición, que fue inaugurada por Rosell, “contenía declaraciones y opiniones de adolescentes sobre el tema de la muestra”.
Ensuciar su imagen
La exactriz porno e influencer, que desde hace años participa en charlas y otras actividades en defensa del feminismo, acusa a las seis mujeres y a un alto cargo de Adif, que permitió celebrar la muestra en la Estación de Atocha, de “denigrarla, ensuciar su imagen y dañar su reputación” con “expresiones vejatorias” y “acusaciones gravísimas”. Añade que “no hay nada de artístico en imputar hechos delictivos (como defender la violación y la pedofilia) a una persona inocente”.
La muestra, conocida como “Mercado Canalla: reflexiones sobre la prostitución y la pornografía en construcción de las masculinidades”, incluía maniquíes para representar “la cosificación del cuerpo de la mujer” y paneles con textos contra la pornografía. En varios de ellos se señalaba a Miller con sus iniciales: “Lo que dice A.M se lo han inculcado de pequeña y ve normal traspasarlo. Trabaja en ello y le conviene defenderlo. Amarna pretende que cambiemos nuestra visión sobre el porno solo por cómo le va a ella de bien“.
“Es innegable que la intención de las autoras fue la de difamar y desprestigiar a Amarna, sin tener ningún otro ánimo, como podría haber sido realizar una verdadera campaña en contra de la violencia de género y la trata de mujeres y no utilizar el erario público para desprestigiar a una influencer defensora incólume de la lucha contra la violencia de género y la trata”, afirma en su demanda Miller, representada por el despacho de abogados Martínez-Echevarría.
Fondos públicos
Según la documentación que la actriz ha aportado en el juzgado, el Ministerio de Igualdad financió la exposición “con una adjudicación directa de fondos”, ya que no conllevaba una cantidad económica elevada: “se trata de un contrato menor, por lo que no estaba sujeto a publicidad”.
“El único nombre que aparece total o parcialmente a lo largo del texto de la exposición es el de Amarna. Ello pone de relieve que la única intención ha sido la de dañar públicamente su imagen con una fijación particular“, añade en su demanda.
Los letrados de Miller, que han rehusado hacer declaraciones a este medio, recuerdan en su escrito que la actriz es una “artista de reconocido prestigio y proyección pública en España” y una “reconocida escritora, activista y divulgadora feminista, con 338.000 seguidores en Instagram y 12.000 en TikTok, que ha recibido premios por su actividad en pro de los derechos de las mujeres”. Añaden que su imagen “siempre ha ido acompañada de su lucha constante en ese ámbito y en el de la abolición de la esclavitud sexual y la violencia sexual”.
Ataque a su lucha ideológica
Una imagen que se ha visto “gravemente dañada” por la exposición: “Este ataque tan innecesario como brutal contra ella ha supuesto un intento de deslegitimación de su particular defensa del feminismo y los derechos humanos. No solo ha supuesto un ataque directo a su lucha ideológica, sino que se han puesto en entredicho sus proyectos humanitarios a nivel nacional e internacional, restando credibilidad a su esfuerzo y visión, pese a la amplia labor que Amarna desempeña en países como la República del Chad”, denuncian los abogados de la actriz.
La exposición, que estuvo ubicada “durante 15 días en el centro del Jardín Tropical de la estación de Atocha, por donde transitan a diario cientos de miles de personas”, ha causado a Amarna Miller “un claro daño moral” y ha hecho que “pierda contratos y colaboraciones”, afirman. Por eso, la actriz exige que los demandados se disculpen públicamente, que retiren las fotografías de la exposición que siguen publicadas en la web de “Mercado Canalla” y pide que la indemnicen con 280.000 euros. De lo contrario, advierte, interpondrá una querella contra ellos por calumnias e injurias graves.
Hace un mes, Miller afirmaba en una entrevista que este “ataque financiado por Igualdad” se debe a su “posición a favor de la despenalización de la prostitución”. La actriz asegura que se siente “defraudada con Podemos”.