Ángel Ramón Tejera de León, el constructor canario sobre el que gira la investigación del caso Cuarteles, llegó a las dependencias de la Guardia Civil en Ávila con las facturas ya preparadas, “jactándose de su relación con generales y mandos de la Dirección General” de la Benemérita y amenazando con que, si se intentaba evaluar su trabajo, se volvería “con sus presupuestos y sus facturas de vuelta a Madrid para decirle al general que ‘estos no quieren hacerlo'”.
A quien se chivaría, dice uno de los testigos citados en el sumario del caso sobre aquella reunión del 8 de noviembre de 2016, era supuestamente al teniente general Pedro Vázquez Jarava, una de las cuatro personas con más poder del Cuerpo en ese momento y quien presuntamente propició tanto las obras en varias comandancias como que fueran adjudicadas a las empresas del constructor canario.
La otra parte necesaria para que se ejecutaran a favor de Tejera y un autónomo vinculado a él los 120.000 euros ‘troceados’ en 26 contratos fue el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Ávila en ese momento, el teniente coronel Carlos Alonso, que en su declaración testificó que la decisión le vino “determinada” por Jarava.
Las reuniones que compartieron esos días el guardia civil y el constructor, sin embargo, también quedan acreditadas en la documentación judicial del caso a la que ha tenido acceso este diario.
De hecho, uno de los que contribuyen a ese relato es el propio Tejera de León, alias ‘Mon’, quien declaró en sede judicial que se había reunido en dos ocasiones con el teniente coronel en la época en que sus empresas y un autónomo vinculado a él consiguieron en Ávila más de una veintena de contratos para llevar a cabo obras en los cuarteles abulenses.
Así lo refleja la Audiencia Provincial de Madrid en un auto al que ha tenido acceso este periódico y en el que se resume la versión que da ‘Mon’ sobre esas dos reuniones. La primera se habría producido, según él, en “abril o mayo” de 2016 en Madrid, y, apenas unos meses después, concretamente el 9 de noviembre de ese mismo año, otra en Ávila en la que el constructor canario presentó más de una decena de facturas ya preparadas por trabajos que aún no había realizado.
120.000 euros para pintar cuarteles
En un informe que contrasta la declaración de Alonso ante el juez con la de sus subordinados en Ávila se explica cómo un día antes de esa reunión entre Alonso y ‘Mon’ en Ávila, el jefe de la comandancia se reunió con sus subordinados.
Según uno de los altos cargos del acuartelamiento presentes en ella, el teniente coronel les habría comunicado que le habían llamado desde la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid, que “creía recordar” que era el teniente general Jarava el que estaba al otro lado del teléfono y que la llamada era para preguntarle “si quería 120.000 euros para pintar los cuarteles“.
Como dijo que sí, explica Asuntos Internos en su informe, el teniente general le habría recomendado que contratase a las empresas de Tejera de León y que le solicitase un incremento de presupuesto por esa cantidad.
Otro de los testigos asegura, por su parte, que Alonso emplazó a los presentes a reunirse con Ángel Ramón Tejera de León presumiblemente al día siguiente porque “era el que iba a acometer las obras”. En esa segunda reunión, ya con ‘Mon’ en la sala, Alonso habría dado unas directrices básicas y les habría dejado a solas con él.
Según la versión de los testigos a la que ha tenido acceso este periódico, un comandante le propuso empezar a pintar cuanto antes, y, le dijo que, una vez terminado el trabajo, mandaría al equipo de mantenimiento a medir los metros cuadrados pintados para que, si sobraba dinero, se pudiera destinar a otras obras.
Esto, sin embargo, no habría convencido al empresario, ya que la versión que recoge el informe de Asuntos Internos presente en el sumario del ‘caso Cuarteles’ apunta a que ‘Mon’ se habría negado en un primer momento argumentando que él no había ido hasta allí a perder dinero. Acto seguido, prosigue el documento, el canario habría amenazado con que, “si no estaban de acuerdo, cogía los presupuestos y las facturas y se los llevaba de nuevo a Madrid a la Dirección General [de la Guardia Civil] para decirle al general [presumiblemente Jarava] que ‘estos no querían hacerlo'”.
En esa misma reunión, dice un teniente coronel presente, ‘Mon’ habría sacado las “facturas ya preparadas” e iba “alardeando de sus relaciones con muchos generales entre los que citaba a menudo al teniente general Vázquez Jarava”, una versión confirmada por un sargento primero también presente.
Este último dio también un dato comprometido para Alonso, ya que aseguró que su jefe de la Comandancia había comentado que la empresa de Tejera de León debía “pasar por todos los cuarteles para pintar alguna dependencia de tal forma que constara que habían estado en esos acuartelamientos”.
Aumento de crédito de 120.000 euros en la Guardia Civil
Para llegar hasta el momento en el que Tejera de León presenta las facturas ya preparadas por trabajos aún no realizados, Vázquez Jarava tuvo que conseguir antes el ‘sí’ de Alonso a las obras y que se aprobara el crédito para pagarlas.
El viernes previo a la llegada del canario al acuartelamiento abulense, concretamente a las 12:06 horas del 4 de noviembre de 2016, Alonso, previa llamada del teniente general, envió un correo electrónico solicitando un aumento de crédito de 120.000 euros para acondicionar puertas y dependencias oficiales.
Sus superiores en la región de Castilla y León aseguraron que “no existen estudios previos de las necesidades ni cuantificación de las mismas”, pero no le pidió el crédito a ellos, sino directamente a la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid. Esa misma mañana, el teniente general Jarava descentralizó 290.000 euros desde la sede central incidiendo en que 120.000 debían ser destinados a la Comandancia de Ávila.
El miércoles 9 de noviembre, es decir, el día en el que ‘Mon’ visitó el acuartelamiento con las facturas ya preparadas, todo quedó aprobado, y, entre ese día y el 28 del mismo mes, tanto sus empresas como un trabajador autónomo vinculado a él emitieron 26 facturas por un valor total de 120.000 euros.
‘Troceo’ en 26 contratos
Para facilitar el ‘troceo’ de las cantidades, y que no llegasen a superar la barrera de los 50.000 euros que marcaba lo que era un contrato menor, se utilizó un mecanismo del que dispone la Guardia Civil llamado anticipos de caja fija. Gracias a él, los jefes de las comandancias pueden asignar libremente y a dedo hasta 5.000 euros para agilizar gastos menores del día a día como pueden ser la compra de unas bombillas, una impresora o reparar una puerta.
En este sentido, y en base a la documentación judicial a la que ha tenido acceso este periódico, ‘Mon’ declaró que él no supervisaba los trabajos que llevaban a cabo sus empleados, que informó de los trabajos no realizados a la Oficina de Gestión Económica y al teniente coronel Carlos Alonso, entonces jefe de la Comandancia, y que emitió los presupuestos sin visitar los cuarteles.
Falsedad documental
Ahora mismo, uno de los cargos fundamentales sobre los que gira el proceso sería el de falsedad documental, es decir, en saber si se crearon facturas falsas por obras no realizadas o no terminadas en el momento del pago.
En ese sentido, el constructor canario confirmó en sede judicial “la existencia de importes de facturas que no se correspondían con lo que realmente fue ejecutado“, según un auto de la Sección 7 de la Audiencia Provincial de Madrid del pasado 20 de febrero al que tuvo acceso este diario.
Estas declaraciones de ‘Mon’ dejan, por tanto, la puerta abierta a ese delito, aunque, como ya dijo en una entrevista con este diario, “(…) a nadie se le ocurrirá poner que las obras no están hechas y pagarlas. Si voy a Alicante y hago una obra ¿cómo me la van a pagar si no está hecha? Si fuera así, a los que tendrían que meter en la cárcel sería al de Hacienda por pagar, a la oficina de las facturas por pagarlas, y a quien me contrató por pagar”.
Sin embargo, el teniente coronel Carlos Alonso, jefe de la Comandancia de Ávila entre mayo de 2015 y noviembre de 2017, precisamente en el periodo en que se contrató con ‘Mon’, ha basado su defensa desde el principio en que la elección de las empresas le vino determinada por el teniente general Pedro Vázquez Jarava”, ya imputado y entonces una de las cuatro personas más poderosas de la Guardia Civil.
Según informó este periódico, en 2017 fue el propio Jarava el que paró un informe que habría dado más información a la Fiscalía acerca de las supuestas irregularidades en la contratación de obras de reforma y reparación de cuarteles de la Guardia Civil. “No es preciso dar traslado a la Fiscalía”, aseguró el que era en ese momento subdirector general jefe del Mando de Apoyo del Cuerpo, según confirman fuentes cercanas a la investigación del caso Cuarteles.