Hasta los más fieles seguidores del Grinch han caído rendidos a los pies de la moda de los jerséis navideños feos, también conocidos como los ‘ugly christmas sweaters’, que visten ¡desde principios de noviembre! los escaparates de los centros comerciales con sus prendas llenas de grecas, renos, bastones de caramelo y muñecos de nieve. Son todo un ‘must’ de esta época mágica, como el encendido de luces, la lotería o el turrón El Almendro, que siempre vuelve por Navidad. Incluso el F.C. Barcelona se ha apuntado y ha sacado este año una cápsula llamada ‘Barça Xmas’, con dos propuestas diferentes, para adultos y niños.
A la lista de tradiciones navideñas importadas, como Papá Noel o el panetone, en la última década se ha impuesto en reuniones familiares -sobre todo en Noche Buena-, y hasta en quedadas temáticas en la oficina, este ‘look’ ridículo y divertido. Pero, ¿cómo llegaron a nuestras vidas estos jerséis navideños horteras?
Atuendo de pescadores
“Originariamente estos jerséis se utilizaban en los países escandinavos. Los pescadores los usaban para abrigarse del frío y eran coloridos para poder ser vistos más fácilmente si caían en el agua”, explica la psicóloga especialista en moda Meritxell Balmes. “Más tarde -prosigue-, se popularizaron en el Reino Unido y EEUU”.
La fundadora del ‘fashion concept store’ Anònims cree que desde hace tiempo “estamos adquiriendo, y en muchos casos sustituyendo, nuestras propias tradiciones por las de origen anglosajón, que tanto se esmeran en introducir a nivel global a través de planificadas estrategias de ‘marketing'”. Y pone de ejemplo Halloween o el Día de Acción de Gracias, que “que ya mucha gente incorpora en sus celebraciones”.
Oda al mal gusto americano
En palabras de Pilar Pasamontes, directora científica de Moda del IED Barcelona, “esta plaga se debe a la americanización que vivimos“. La experta en tendencias compara este fenómeno navideño con otros llegados del otro lado del Atlántico, además del de Halloween, también el BlackFriday. La profesora apunta a otra causa, la propia naturaleza oscilante de la moda. “Durante muchos años solo unas cuantas personas en el mundo decían lo que estaba bien y mal en cuestión de gusto: esto se lleva, esto no… Ahora, en cambio, todo el mundo dice la suya, los que no tenían voz, ahora hablan. Y todo en sintonía con el gusto reinante, directamente el mal gusto, al cual se han apuntado muchas marcas, que hacen lo que más vende”, resume.
En este sentido, Balmes recuerda las palabras que la aguda escritora Fran Lebowitz dijo una vez: “No hay nada que corra más rápido que una mala idea”, en referencia a que “cada vez más los europeos están adquiriendo el mal gusto en el vestir de EEUU”.
📌He aquí la historia de esta invasión navideña: ¿Qué es un ‘ugly christmas sweater’?
Esta prenda que pocas veces sale del armario antes o después de diciembre y que puede incluir adornos ‘king size’ como pompones, cascabeles e incluso luces, suele ser de lana (pero a veces de otra tela cuestionable), generalmente en diferentes tonos de rojo, blanco, verde y azul (lo ideal es que no combinen entre sí) y con uno o varios motivos propio de las fiestas: un muñeco de nieve, copos, oropeles, renos, guirnaldas, bastones de caramelo… Te la puedes autorregalar, pero también te puede caer por sorpresa en un típico amigo invisible de estas fechas.
¿Cuál es su origen?
Toda la vida las abuelas han tejido jerséis para regalárselos a sus nietos. Pero la verdadera historia de los jerséis navideños feos comienza en EEUU y Canadá, y se remonta a la década de los años 50 del siglo pasado, cuando la Navidad salió del calor del hogar y se convirtió en una época comercial excelente para los florecientes grandes almacenes. Mucho más discretos en cuanto a diseño y colorido, los conocidos entonces como ‘jingle bell sweater’ -así se llamaron los primeros prototipos-, también se basaban en la repetición de cenefas, copos de nieve y renos. Esta ropa festiva (y menos hortera) ganó seguidores, sobre todo, entre los adolescentes. También fueron adoptados por algunas personalidades de la televisión, como los cantantes Val Doonican y Andy Williams.
¿Cuál es su día oficial?
La tele y el cine mantuvieron en forma una moda que empezó a palidecer en los 90. Pero en la primera década de los 2000 volvió a resurgir de sus cenizas. Según la ‘biblia’ ‘Ugly Christmas Sweater Party Book’, la primera fiesta oficial de suéteres navideños feos se celebró en 2002, en Canadá. Brian Miller, uno de los autores del libro y fundador de UglyChristmasSweaterParty.com, cuenta que tuvo lugar en la sala Commodore Ballroom, en Vancouver. Chris Boyd y Jordan Birch fueron los impulsores de aquel cónclave, que aún se celebra, porque “la gente empezó a ver el lado divertido de la prenda, que se ha convertido en el muérdago de las nuevas generaciones“. La idea prendió en EEUU también. Desde 2011, cada tercer viernes de diciembre se celebra ‘National Ugly Christmas Sweater Day’ (este año cae el día 17). En este caso fueron un grupo de estudiantes de la Universidad de San Diego los que abrieron una página con las prendas más esperpénticas, y se apuntaron a la idea famosos de la tele.
‘Atrezzo’ de ‘sitcoms’ y comedias
La cultura pop eclosionó en los 80 como una bomba de racimo. Y en lo tocante a la moda navideña le dio una nueva oportunidad a los jerséis ‘ugly’. Se hicieron realmente populares como ‘atrezzo’ en ‘sit-coms’ y comedias disparatadas. Uno de sus padres fue el cómico Bill Cosby (hoy, siniestro personaje de la tele, condenado por abusos sexuales), que en su ‘The Bill Cosby Show’ (1984 – 1992), solía lucir gruesos suéters difíciles de mirar. También contribuyó Chevy Chase, en filmes como ‘Socorro, ya es Navidad’ (1989). Y mucho después, en 2001, comedias romanticonas como ‘El diario de Bridget Jones’ (antológica la escena en que Mark Darcy/Colin Firth se gira para saludar a Bridget/Renée Zellweger, mostrando un jersey con un reno gigante con la nariz roja).
Y llegó la moda: lujo y ‘low cost’
La fiesta de jerséis horteras llegó a las pasarelas en 2007, de la mano de Stella McCartney, que lanzó un suéter-vestido alpino con grecas y un oso polar como motivo central. Poco después, Givenchy, Dolce & Gabbana, Jean-Paul Gaultier, Chanel o Louis Vuitton convirtieron lo hortera en chic. Rápidamente, las cadenas ‘low cost’ (Zara, Lefties, H&M, Primark, El Corte Inglés…) se lanzaron a por este rico pastel llenando sus escaparates de diseños cada vez más ‘kitsch’. Muchos famosos ya han asumido esta nueva tradición navideña, como Taylor Swift, Kanye West, Rihanna…, y hasta el presentador Jimmy Fallon lleva más de una década celebrando el espacio ’12 días de suéteres navideños’, donde el público muestra sus diseños más locos.