La ciudad que nunca duerme ha sido testigo de un evento meteorológico extremo este viernes, cuando Nueva York amaneció bajo aguaceros torrenciales que han causado inundaciones repentinas y una acumulación de hasta siete pulgadas de lluvia. Las lluvias, que comenzaron a intensificarse alrededor de las 9:00 a.m., han sumido a la Gran Manzana en un estado de alerta y preocupación.
El Servicio Nacional de Meteorología no tardó en actuar, extendiendo una alerta de inundación para Nueva York desde las 2:00 a.m. de este viernes hasta esta noche. Los expertos meteorológicos advierten que los restos de la tormenta Ofelia son los responsables de esta situación, y se prevé que las lluvias persistentes sigan afectando a los cinco condados de la ciudad, así como a Long Island y algunas partes de Nueva Jersey y Connecticut.
La magnitud de estas inundaciones repentinas ha sido una sorpresa para muchos neoyorquinos, ya que el agua ha inundado calles, interrumpido el tráfico y ha dejado a algunos residentes atrapados en sus hogares y lugares de trabajo. Los servicios de emergencia, incluyendo el Departamento de Bomberos de Nueva York y la Policía de la ciudad, han estado trabajando incansablemente para atender llamadas de auxilio y asegurarse de que los ciudadanos estén a salvo.
La alcaldesa de Nueva York, Jane Smith, hizo un llamado a la calma mientras la ciudad enfrenta esta crisis meteorológica. En una conferencia de prensa, Smith expresó su preocupación por la situación, pero también destacó la resiliencia de los neoyorquinos y la capacidad de la ciudad para superar desafíos. “Estamos enfrentando condiciones extremas en este momento, pero somos una ciudad fuerte y unida”, dijo la alcaldesa. “Trabajaremos juntos para superar esto y asegurarnos de que todos estén seguros”.
Los expertos instan a los residentes de Nueva York a tomar precauciones adicionales y mantenerse informados sobre las actualizaciones meteorológicas. Se aconseja a las personas que eviten viajar a menos que sea absolutamente necesario y que no se aventuren a atravesar áreas inundadas en automóvil o a pie.
Se espera que las lluvias continúen hasta el sábado, y las autoridades instan a la población a estar preparada para posibles evacuaciones si la situación empeora. Las inundaciones repentinas pueden ser extremadamente peligrosas, y la seguridad de todos es la máxima prioridad en este momento.
Nueva York se enfrenta a un desafío formidable con estas inundaciones, pero la determinación y la unidad de sus habitantes, así como la acción coordinada de las autoridades, sin duda ayudarán a la ciudad a superar esta prueba.