Gareth Southgate ultima su plan para medirse a la temible Francia, con el objetivo de arrebatarle el billete para las semifinales de Qatar y hundir sus esperanzas de reconquistar la corona conquistada en Rusia.
Y entre sus planes aparece la fórmula que viene pensando desde hace semanas para frenar a Kylian Mbappé, el jugador más en forma y determinantes hasta el momento en Qatar. El seleccionador inglés sabe que si quiere frenar a la estrella del PSG, debe apostar por su gran baza en el laterla, Kyle Walker.
La temporada no estaba siendo la ideal para Walker. Todo lo contrario, se lesionó a principios de octubre en la ingle y tuvo que pasar por el quirófano. Su Mundial se puso en peligro, pero confiaba en llegar. No entró en la primera convocatoria contra Irán, por falta de ritmo, pero a partir de ahí su importancia solo ha ido en ascenso.
Inglaterra sufre por Walker
“Walker no tendría que jugar este partido”, aseguró en la previa del partido Gary Lineker, máximo goleador histórico de los ingleses en los Mundiales. “No nos podemos permitir que se lesione, porque es el único lateral del mundo que puede competir con Mbappé”.
Lineker aludió al talento inglés en el lateral derecho, con Trent-Alexander Arnold, Ben White (ahora fuera Catar por motivos personales) y Trippier, para pedir una suplencia que alejara problemas como lesiones y suspensiones de cara a encararse con uno de los mejores del mundo sino el mejor.