El Barça ha sacado adelante un complicado encuentro este jueves frente al Aalborg Handbold (32-26) gracias en buena medida a la exhibición que ha protagonizado Gonzalo Pérez de Vargas. Tras ver el primer tiempo desde el banquillo, se ha convertido en una muralla en el segundo con 15 paradas, tres de ellas en lanzamientos de penalti y dos a un genio como Mikkel Hansen.
De esta manera, los azulgranas superan un nuevo duelo envenenado y ya solo tienen tres compromisos por delante en lo que queda de año antes del Mundial de enero. La visita liguera al Ademar el domingo, el duelo en Nantes el jueves que viene y la Supercopa Ibérica los días 17 y 18 de diciembre en Málaga.
Era un partido muy importante para los azulgranas y más aún tras la derrota previa del HBC Nantes en la pista del THW Kiel por 37-33 que dejaba a los galos a tres puntos que podrían ser cinco caso de triunfo en el Palau sin olvidar que el cierre de la Champions en este 2022 tendrá lugar precisamente en la pista del equipo de Valero Rivera Jr.
La primera parte fue vertiginosa, con un Aalborg valiente que corría cuando lo necesitaba y sabía frenarse cuando le interesaba un ritmo más pausado. Por parte local, sigue la incógnita con un Luka Cindric que no está fino y por la razón que sea no consigue poner en práctica toda su calidad. Y eso que ganas no le faltan.
Multiplicado por la grave lesión que mantendrá seis meses KO a Aitor Ariño, el extremo izquierdo Hampus Wanne adelantó al Barça en el segundo ataque de la noche (1-0) y marcó sin fallo cinco de los nueve primeros tantos locales (dos de ellos de penalti). El sueco fue clave en los mejores momentos del vigente campeón, que pasó de caer por 5-7 (min. 7:44) a ganar por 10-8 tras un tanto de Blaz Janc a la contra (min. 16:56).
Emil Nielsen no tuvo su mejor noche
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Sin embargo, Mikael Aggefors ganaba la partida a Emil Nielsen en el duelo de porterías, lo que unido al excesivo número de pérdidas en el bando local permitió al talentazo Mads Hoxer irrumpir en el partido con tres goles seguidos para dar la vuelta al marcador (12-13, min. 21:55).
Sufrió el Barça en esa fase del encuentro. No le salían las cosas en ataque y atrás se echaba de menos alguna parada más del danés. El caso es que pese a la exclusión de Jakobsen, el Aalborg atacó para marcharse por tres goles con 13-15 a dos minutos del intermedio. No lo logró y Dika Mem acercó a los azulgranas tras unos primeros 30 minutos muy abiertos (15-16).
Tocaba corregir ciertos aspectos en el ataque y Makuc se había ganado el derecho a iniciar el segundo acto con tres acciones notables en la recta final en las que marcó un gol, provocó un penalti cuando ya se cantaba el pasivo y envió a un rival excluido al banquillo. Tras su partidazo contra el Kiel, el esloveno parece estar ganándose la confianza de Carlos Ortega.
Blaz Janc es un seguro de vida para el Barça
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La historia de la segunda parte se encargó de escribirla de su puño y letra Gonzalo Pérez de Vargas. El capitán se convirtió en el gran faro de su equipo con 15 intervenciones acertadas y solo 10 goles concedidos con un porcentaje de acierto de otra galaxia. Incluso detuvo dos penaltis a Hansen, lo nunca visto.
Del resto se encargaron un excelente Dika Mem con nueve goles por solo dos fallos y la buena dirección de un Domen Makuc que está creciendo más en estas últimas semanas que en las dos temporadas anteriores. Hablamos de dirección de partido, no se desborde o de calidad, algo que está fuera de dudas.
Y eso que Aggefors también paraba en la otra portería para un Aalborg que seguía mandando a 20 minutos del final (21-22). La igualdad se mantuvo hasta que Felix Claar estableció el último empate de la noche con el 24-24 (min. 46:14).
A partir de ahí, el Barça logró un parcial de 4-0 (28-24) y se dirigió imparable hacia una victoria por 32-26 que lo sitúa más cerca de los cuartos de final. El jueves que viene podría dar el paso casi definitivo en Nantes. Ganar sería casi sinónimo de situarse a solo tres escalones de revalidar el título de la Champions.