RÍO NEGRO.- A poco más de un mes y medio de que se armara el campamento de Techint y Sacde en las cercanías del yacimiento Entre Lomas, en Río Negro, para dar puntapié al gasoducto Néstor Kirchner, en el obrador PK 60 se acumulan los caños con costura, se alista la pista y próximamente se enfilarán los tubos. Con la obra, el Gobierno busca ahorrarse el año próximo US$3500 millones por la sustitución de importaciones de gas (este cálculo se basa en los valores del GNL).
“Para nosotros, esto representa un momento histórico, porque es la materialización de un proyecto que consolida una nueva Argentina, una nueva macro y microeconomía. La posibilidad de que distintos sectores de la economía accedan a energía a precios competitivos y se cree empleo genuino”, afirmó Agustín Geréz, presidente en Energía Argentina S.A., que participó de una recorrida en el lugar junto al ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, la secretaria de Energía, Flavia Royón, el presidente de YPF, Pablo González, y los gobernadores de Neuquén, Omar Gutiérrez, y de La Pampa, Sergio Ziliotto.
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Si bien las protestas del día anterior por parte de la comunidad mapuche y vecinos de Añelo amenazaba con aguar la visita, finalmente los funcionarios pudieron recorrer la obra, que demandará $220.000 millones más actualizaciones por inflación y estaría lista en junio de 2022. Geréz dijo que el cronograma se viene ejecutando con normalidad e incluso hay un “sobre-cumplimento porque las empresas han incorporado tecnología de última generación y el estado está presente dando los permisos para que la obra se desarrolle sin problemas”.
Avances en el gasoducto Néstor Kirchner
En tanto, De Pedro aseguró que la obra permitirá que las pymes accedan a la energía a un costo competitivo para generar empleo y que las familias tengan energía más barata en sus casas.
Por su parte, Royón amplió que, a la par del gasoducto, el plan Gas va a permitir avanzar sobre el autoabastecimiento y un gas competitivo para también hablar de exportar y proyectos de GNL en el mediano plazo. “Esperamos que, en 2024, estemos en porcentajes altos de autoabastecimiento y ahí el sector pueda exportar tanto crudo como gas”, aseguró.
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Por parte de Techint habló Gustavo Gallino, director general de la división Ingeniería y Construcción, quien dijo que todos los días conquistan hitos, porque si no cumplen todos los días, es imposible llegar con los tiempos. Más allá de esto, agregó: “Creemos que vamos a llegar”.
Por otro lado, Damián Mindlin, presidente de Pampa Energía, firma controlante de la constructora Sacde, sumó que se venían preparando para la obra con equipos y que compraron las primeras soldadoras automáticas que ingresaron al país que permiten realizar entre 80 y 100 soldaduras de caños por día. “Tenemos dos plantas de doble junta y dos soldadoras que implican mucha inversión para llegar a las metas”, completó.
Los tramos uno y dos del gasoducto, de 220 kilómetros cada uno, llegan desde Tratayén, en la provincia de Neuquén, hasta General Acha, en La Pampa. Techint y Sacde tienen dos obradores, incluido el KP60, a los que llegan 50 camiones con 4 caños cada uno todos los días, mientras que el personal asciende a 2200 personas.
Avances en el gasoducto Néstor Kirchner
La preparación e instalación en territorio incluye el acopio de caños de 36 pulgadas de diámetro que se descargan en distintos puntos de la traza. Luego, en segundo lugar, viene la apertura de pista que significa que con una maquinaria especial se abre un camino que delimita la traza del gasoducto.
La soldadura en la planta de doble junta in situ permite unir dos tubos de 12 metros de largo para transformarlos en uno de 24 metros y acelerar el proceso.
El próximo paso es el desfile de cañerías, que es la colocación de los tubos en hilera para ser soldados y enterrados. Después los pasos subsiguientes son el zanjeo, la soldadura automática, la bajada de cañerías, el tritubo, la tapada final y recomposición de la pista y, por último, las pruebas hidráulicas que delimitarán que el gasoducto está listo para funcionar.