Carlos Gardel es un ícono indiscutible del tango, pero su rico repertorio permite diferentes abordajes. Por ejemplo el de Los Amados, que recrean algunos de sus temas más famosos al ritmo del son, el cha cha cha y el candombe. Un Gardel más tropical, digamos. El espectáculo en el que se lanzan de lleno a esa aventura se llama Ardientes Gardel y Lepera y será presentado, a partir del 21 de enero y en seis únicas funciones, en el Auditorio de Belgrano.
En la etapa en la que trabajaron juntos para la productora cinematográfica norteamericana Paramount Pictures –entre los años 1932 y 1935–, Gardel y Alfredo Le Pera compusieron un puñado de canciones inolvidables. Algunas de ellas (“Cuesta abajo”, “Soledad”, “Melodía de arrabal”, “Rubias de New York”, “Sol tropical”) serán reinterpretadas en estas seis veladas que propone esta compañía argentina que, a través de una estética que sus integrantes definen como “kitsch-tropical”, fusiona el teatro y la música latinoamericana con una impronta humorística pero no por eso es menos sensible.
El líder de Los Amados es su cantante, Alejandro Viola (transformado sobre el escenario en el seductor Chino Amado), apoyado por Carolina Alberdi (piano y acordeón), Fernando Costa (percusión), Wilson Ortíz (guitarra y bajo), Matías Bahillo (guitarra y trompeta), Alejandro Bordas (guitarra), Esteban Freydier (saxo) y Paulina Torres (voz). “Cuando abordamos figuras tan importantes como la del cubano Ernesto Lecuona, la del mexicano Agustín Lara o, en este nuevo espectáculo, la de Carlos Gardel, tratamos de contar con un humor delicado algo de la vida de estos artistas –explica Viola–. El mundo en el que vivieron, el contexto en que compusieron los temas que son parte del show. Siempre tenemos el cuidado de que esas canciones no pierdan la riqueza musical con que las crearon, aunque las transformemos en un bolero o un son. En este caso nos dio una gran mano en los arreglos Diego Vila, alguien que desde hace muchos años investiga las composiciones de Gardel y Le Pera”.
Actor, docente, dramaturgo y cantante, Viola reconoce como referentes importantes a Les Luthiers –el fabuloso grupo que acaba de anunciar su retiro de los escenarios luego de más de cincuenta años de carrera–, las figuras ineludibles del under porteño de los años 80 (Alejandro Urdapilleta, Batato Barea, Humberto Tortonese, las Gambas al Ajillo), los shows musicales y coreográficos de los Botton Tap, las orquestas cubanas de los años 50 e incluso el inoxidable Elton John. Su historia al frente de Los Amados es larga: arrancó a fines de los 80 como una aventura compartida con amigos que trabajaban con él en una agencia de publicidad. Los Amados pisaron el mítico escenario de Cemento, fueron teloneros de Los Twist y Los Auténticos Decadentes y también se presentaron en el Club del Vino y en teatros porteños muy importantes: el Margarita Xirgu, el Astros, el Rojas. Siempre con una receta en la que un ingrediente infaltable es lo que Viola llama “la investigación de los sentimientos”: “Por pudor, muchas veces no hablamos tanto de nuestros sentimientos -analiza-. Perdemos el tiempo discutiendo de cosas más ‘serias’. Y es una pena, porque el amor siempre saca lo mejor de uno. Hay algo de ese sentimiento incontrolable del enamorado que está buenísimo. La gente que ve nuestros espectáculos disfruta de esta perspectiva sobre el amor”.
En la estética de Los Amados hay una impronta evidente: el estilo colorido de las películas de Pedro Almodóvar y la cruza entre el bolero y el melodrama que el director español siempre trabajó tan bien fueron una influencia innegable. En diferentes espectáculos el grupo fue sumando videos y radioteatros hechos con diapositivas para enriquecer su propuesta. “Pero nunca cambiamos las letras de las canciones que versionamos -aclara Viola-. Podemos apelar a la parodia para presentar escénicamente esas canciones, pero si cerrás los ojos y escuchás, no te enterás de que estás viendo un espectáculo con humor”.
La formación actual de Los Amados, desopilantes y talentosos
El plan para este año, al margen de estas noches en el Auditorio de Belgrano, es emprender una gira por la Argentina y algunos países latinoamericanos. Es una ambiciosa y necesaria vuelta al ruedo luego del paréntesis obligado de la pandemia: “Nosotros atravesamos esa etapa con la misma angustia que pasaron todos los trabajadores de la cultura –remarca Viola–. En el caso de grupos musicales como el nuestro, la reactivación no fue del todo rápida porque no hay tantos lugares para tocar y encima los protocolos limitaron bastante las posibilidades. Tuvimos que ir paso a paso, en los lugares que iban abriendo: empecé cantando con dos músicos, después éramos cinco y al final pudimos hacerlo los ocho. Ahora sí Los Amados estamos a full”.
Para agendar
Ardientes Gardel y Lepera. Funciones: sábado 21 y viernes 27 de enero; sábados 4, 11 y 18, y viernes 24 de febrero, siempre a las 21 en el Auditorio de Belgrano, Virrey Loreto 2348. Entradas: $ 4.000, $ 3.500 y $ 3.000, en venta a través de www.entradauno.com