Envolver un regalo es un detalle importante cuando vamos a dárselo a un ser querido. Y aunque parezca mentira, envolver es tan importante como el propio regalo que hemos adquirido. ¿Por qué? Porque damos buena imagen y además aumentamos la ilusión del receptor antes de abrirlo. Con poco dinero podemos conseguir que una persona se sorprenda incluso antes de vea que hay dentro.
Hay dos consejos útiles que debemos tener en cuenta para poder envolver bien un regalo. Primero: utilizar siempre que podamos cajas. Las formas geométricas cuadradas o rectangulares nos ayudaran mucho en la labor.
Los pliegues del papel siempre serán más fácil de doblar, aparte de pegarlos con celo. El segundo consejo es tener siempre mucho papel disponible. Quedarnos cortos de papel a la hora de envolver puede hacer que debamos desechar una buena cantidad.
Por último, y no menos importante, una vez que hayamos doblado las esquinas y hayamos añadido el celo para sellarlo todo muy bien, podemos añadir algún detalle exterior. Ya sea un lazo o una pequeña pegatina. O una tarjeta escrita por nosotros.