La tarde del 28 de febrero de 2021, una roca espacial del tamaño de una pelota de fútbol entró la Tierra, se fragmentó y cayó sobre el norte de Inglaterra. La pieza más grande aterrizó en la ciudad de Winchcombe, aunque se recolectaron otros fragmentos menores dentro de las 12 horas posteriores a su caída, con lo que se minimizaron las posibilidades de contaminación terrestre.
Esa es una de las razones por las que se ha convertido en la condrita carbonácea registrada y analizada con mayor precisión. Otra razón es que este tipo de condritas son muy escasas: solo hay otras 15 caídas de conocidas y poco más de 400 hallazgos registrados, a pesar de que hay más de 65.000 meteoritos registrados en general.
El análisis del tiempo de exposición a los rayos cósmicos confirma que llegó a la Tierra poco después de ser expulsado de un asteroide primitivo. Pero, además, un nuevo estudio acaba de constatar que la composición isotópica de hidrógeno casi prístina del meteorito Winchcombe es comparable a la hidrosfera terrestre, lo que proporciona más evidencia de que los asteroides carbonosos ricos en compuestos volátiles desempeñaron un papel importante en el origen del agua de la Tierra.
El meteorito tiene aproximadamente un 11 % de agua en peso
Concretamente, los análisis químicos revelaron que el meteorito tiene aproximadamente un 11 % de agua en peso encerrada en minerales hidratados. Parte del hidrógeno en esa agua es en realidad deuterio, una forma pesada de hidrógeno, y la proporción de hidrógeno a deuterio en el meteorito es similar a la de la atmósfera terrestre.
La muestra también tenía evidencia de importantes moléculas basadas en carbono y nitrógeno. Entre ellos, había aminoácidos, los componentes básicos de las proteínas. Se cree que estos, junto con el agua, jugaron un papel crucial en la evolución de la vida en la Tierra.
El misterio del agua terrestre
Los científicos han propuesto diversas teorías para explicar la existencia del agua en la Tierra. Algunos sospechan que el agua pudo haber estado aquí desde el principio, mientras que otros creen que llegó a bordo de esos grandes bloques de hielos que son los cometas.
Sin embargo, la hipótesis que está creciendo en popularidad, y que este nuevo estudio respalda, es que pudo venir a través de los asteroides, en particular de los llamados condritas carbonáceas. Naturalmente, esto no explicaría la existencia de toda el agua de la Tierra, pero sí una gran parte. Continuar estudiando esta clase tan rara de rocas extraterrestres, pues, permitirá no solo entender mejor cómo se formó en agua en la Tierra, sino también como nació la vida.