España se exige los cuartos

España siente que no puede faltar en la lista de los insignes nombres que van llenado las casillas de los cuartofinalistas. El duelo frente a Marruecos inyecta una dosis de obligación para la selección, sobre todo cuando Luis Enrique ha trazado la ambición de la máxima cota: disputar los siete partidos de la competición, que incluye la final o el tercer y cuarto puesto.

El España-Marruecos será el cuarto. Anda a medio camino el equipo, y parece como que esté al borde de la despedida. La derrota con Japón ha generado una nube gris de desconfianza sobre la roja, que vestirá de azul con pantalón blanco, por la diferente percepción extraída ante Japón. Para Luis Enrique fueron “diez minutos de colapso” en un contexto de 90 minutos de partido y de 270, “casi 300”, de competición en Qatar.

Para los críticos, el empate con Alemania y la derrota ante Japón son claros síntomas de debilidad. Las críticas fueron despachadas por el técnico como “topicazos”. Luis Enrique conserva intacta la fe en el equipo, la confianza en sus posibilidades en el torneo y la esperanza de completar los siete partidos. No hablado nunca de conquistar el título.

Sergio Busquets frente a Kaoru Mitoma, en el Japón-España de la fase de grupos. | REUTERS

“El fútbol no es un deporte justo, pero si haces más méritos, normalmente, sueles ganar. Y si no se da, felicitaremos al rival y nos iremos para casa”

Notable alto

“Lo que menos me preocupa es el resultado. Me preocupa cero. Yo intento controlar lo que puedo controlar como entrenador, y es que mi equipo juegue de una manera determinada creyendo que el resultado será una consecuencia de lo que hagamos. El fútbol no es un deporte justo, pero si haces más méritos, normalmente, sueles ganar. Y si no se da, felicitaremos al rival y nos iremos para casa”, reflexionó Luis Enrique, que calificó de “notable alto, sobresaliente bajo” el rendimiento del equipo.

Marcos Llorente y Álvaro Morata hablan en el inicio de un entrenamiento de la selección en la Universidad de Qatar. | Juanjo Martín

Tal vez ese recelo que se detecta no traspase el frontón erigido por el técnico asturiano para proteger al equipo. Luis Enrique reforzó el ideario futbolístico frente a las grietas descubiertas, algunas filosóficas. Ese modelo de juego viene a ser el mismo que el que utilizó en el Barça. La indiferencia, que no desinterés, en el resultado y su defensa del espectáculo serán las próximas críticas que le aguardan al doblar la esquina.

Luis Enrique rechazó “el patadón” que un sector le reclama –“si jugáramos en largo no habríamos ganado ni un partido, pero en el fútbol no hay ninguna jugada prohibida”- y negó que a su equipo le falte el fondo físico por el que supuestamente no remonta un marcador ni que carezca de oficio o consistencia anímica por la juventud de la plantilla. Será que Alemania sí sabe encajar golpes cuando ya está en la calle, vino a decir. 

Pedri, en acción, durante un rondo. | ALBERT GEA

Cita histórica

Por la vía de la racionalidad tiró el seleccionador español y por la de la emotividad ahondó el marroquí, elogioso y admirador de de Luis Enrique y su propuesta. “Me encanta el modelo de juego de España, siempre juega de la misma manera. Aunque le quitaras la camiseta sabrías que está jugando España”, dijo Walid Regragui, que tendrá que medir, admitió, el grado de afección de sus futbolistas después de disparar él la grandilocuencia del encuentro por las connotaciones históricas que posee. Marruecos participa por quinta vez y solo una vez ha accedido a los octavos de final.

Fue en el Mundial de 1986. Aquella generación terminó primera de grupo, como ahora, frente a rivales como Inglaterra, Portugal y Polonia, pero chocó contra Alemania, otra Alemania, aquella Alemania del pasado, que la derrotó con apuros gracias a una falta lanzada por Lothar Matthäus en el minuto 88.

“Me encanta el modelo de juego de España, siempre jugando de la misma manera. Aunque le quitaras la camiseta sabrías que está jugando España”

Achraf Hakimi, durante el entrenamiento de Marruecos. | Juanjo Martín

Triple representación

El equipo se considera el representante del “fútbol marroquí, del mundo árabe y del continente africano”, tal que estuviera imbuido con una triple fuerza, algo sobrenatural. Algunos futbolistas sienten ya de por sí una motivación íntima por haber nacido en España (el portero Munir Mohand en Melilla, el defensa Achraf Hakimi en Madrid) o por jugar en equipos españoles (Youssef En-Nesyri en el Sevilla, Abde Ez en Osasuna, cedido por el Barça), más allá de que España parte como clara favorita.

Regragui argumentó la ambición que ha transmitido a su plantilla. “Tenemos a alguien –no especificó quien, ni si se refería a sí mismo- de un pueblo muy pequeño que si no hubiera creído en ese sueño de jugar un Mundial no estaría aquí”, apeló. “Lucharemos para que Marruecos pueda allanar el camino de una selección africana”, dijo con pasión. Luis Enrique apela a la cabeza. El cuarto partido de siete para España es “la cuarta final” de Marruecos.

Alineaciones probables:Marruecos: Bono; Achraf, Saiss, Aguerd, Mazraoui; Ounahi, Amrabat, Amallah; Boufal, En-Nesyri y Ziyech.

España: Unai Simón; Azpilicueta, Rodri, Laporte, Jordi Alba; Gavi, Busquets, Pedri; Ferran Torres, Morata y Dani Olmo.

Árbitro: Fernando Rapallini (Argentina).

Estadio: Education City (con capacidad para 44.667 espectadores).

Hora: 16.00.

 

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