España, en la edad de bronce

España es de bronce. Los Hispanos repiten la preciada medalla por tercer campeonato mundial de selecciones consecutivo, tras las logradas en Egipto 2021 y en los Juegos de Tokio. Ante Suecia, en la que fue la reedición de la final del Europeo 2022, los de Jordi Ribera vencieron a los escandinavos, uno de los anfitriones del campeonato, en un duelo con dos vertientes. El 22-18 del intermedio no invitaba al optimismo, pero en una segunda parte redonda en lo defensivo, con un Rodrigo Corrales excelso, y Adrià Figueras y Alex Dujshebaev comandando el ataque, el combinado español desmontó a los suecos para escalar al tercer lugar del podio.

Con veinte mil gargantas en el Tele2 arropando, Suecia soltó el embrague y pisó el acelerador a fondo. Los de Glenn Solberg no dieron ni un segundo de respiro a España durante la media hora inaugural. A base de transiciones rápidas desarbolaron la tibia defensa de los Hispanos, incapaz de cerrar el camino hacia el extremo izquierdo. Allí, el azulgrana Hampus Wanne se hartó de buscarle las cosquillas a su compañero de equipo, un Gonzalo terrenal. El sueco se marchó a vestuarios con seis goles en la hoja estadística. 

A España le costaba replegar tras anotar, aunque mantuvo el pulso en el electrónico hasta el 11-11. Casado dirigía y Solé y Ángel Fernández encaraban desde las alas. Mención especial para Joan Cañellas, con un brazo de cemento armado para los lanzamientos de diez metros. Sin embargo, la entrada a pista de Tobias Thulin cambió el decorado para los escandinavos. El portero bajó la persiana y España se atascó en el estático. Eso, unido a la fragilidad en retaguardia, abonó el camino de los nórdicos, frenéticos con Ekberg en los contragolpes (16-13). Para colmo, dos exclusiones prácticamente consecutivas de Maqueda y Sánchez Migallón tampoco ayudaron a recuperar la intensidad atrás que exige Jordi Ribera. El técnico catalán paró el partido con 17-14 y tiró de pizarra. Pero ni así. Wanne continuó retando a Gonzalo y Suecia se disparó hasta el 22-18 al intermedio.

Modificó el sistema Ribera, intervencionista por naturaleza. España recuperó el 5:1 en defensa, con Kauldi Odriozola adelantado, y minutos para Rodrigo Corrales en portería. El gallego cambió la dinámica con su intensidad y los Hispanos tardaron seis minutos en maquillar el desastre del primer tiempo (23-23). Solberg solicitaba tiempo tras la reacción rival, aunque el encuentro era ya otro, ahora se jugaba al ritmo que marcaban los españoles. Adrià Figueras era un seguro en los seis metros, mientras que Alex Dujshebaev sacaba a relucir los tiros de cintura ‘made in’ Talant (30-33). 

Se entraba en los cinco minutos finales con 32-35 y dos exclusiones suecas acabaron de dinamitar el duelo. España supo sacar partido a la superioridad y firmar un 36-39 que le mantiene en la élite mundial del balonmano.

 

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