Un penalti en la recta inicial del encuentro, marcado por Enric Gallego, dio el triunfo por 1-0 al Tenerife frente a un aguerrido Albacete.
El partido tuvo un comienzo vibrante y el Tenerife no tardó en ponerse por delante. Lo hizo en el minuto 11, de penalti. Un centro desde la derecha de Waldo lo trató de rematar Enric Gallego, pero una entrada de Glauder se lo impidió, acción punible que se sancionó con penalti que el propio Gallego convirtió en gol.
Este revés no amilanó al conjunto manchego, que merodeó el área de Soriano, pero con poca eficacia en el momento del disparo final.
Tras una animada y vistosa primera parte, el Tenerife comenzó el segundo acto mucho más compacto, además de cauteloso, ante un ambicioso Albacete, quizás en exceso, lo que le llevó a cometer muchas imprecisiones.
La apuesta arriesgada del conjunto manchego estuvo a punto de costarle un nuevo tanto, pero Garcés, casi sobre la misma línea de gol, chutó alto un centro de Waldo tras una excelente jugada de éste.
En los últimos minutos, el equipo insular supo conservar su renta ante un Albacete que no se rindió pero apenas puso en peligro el triunfo de los loceles.