Las semifinales de la Copa de Francia de balonmano han deparado este martes una soberana paliza que ha endosado el Montpellier a un nefasto Paris Saint-Germain (33-20) en un nuevo golpe al equipo que dirige el vallisoletano Raúl González a un mes de los cuartos de final de la Champions en los que se medirán al THW Kiel con la ida en tierras alemanas.
El equipo que dirige Patrice Canayer había sufrido en cuartos de final para eliminar al St. Raphael, mientras que los parisinos ya lo habían pasado peor incluso para deshacerse del Chartres por 35-37 aunque en principio partían como favoritos para acceder a la gran final que se disputará a comienzos de junio.
Sin embargo, el todopoderoso PSG, un equipo con tanto dinero como incapacidad para saber gastarlo, no dio una a derechas en una vergonzosa actuación que podría tener consecuencias pese a que en principio no parece que Raúl González pueda ser destituido. Es difícil explicar lo sucedido este martes en la caldera del Sud de France Arena en Montpellier, donde el vigente cuartofinalista de la Liga Europea ha pasado por encima del cuartofinalista de la Champions en una de las peores actuaciones de la historia de los capitalinos.
El menudo central esloveno Stas Skube llevó el peso del partido (6/7) con el veterano y polivalente Valentin Morte (6/8) y el argentino Diego Simonet (6/8) como escuderos, con el meta Charles Bolzinger realizando una exhibición de paradas (14 con un 47% de efectividad) ante un rival que acusó la baja por una nueva lesión de su veterano astro exazulgrana Nikola Karabatic y no estuvo nunca en el partido. No marcó para los finalistas el español Jaime Fernández y en los parisinos cayeron David Balaguer y Ferran Solé.
El PSG ha sufrido una enorme humillación
Con una portería nula (solo siete paradas entre el danés y el sueco Palicka), otro ex del Barça como el polaco Kamil Szyprak con seis goles de ocho lanzamientos fue el único que le echó vergüenza torera en un PSG que ya se fue al descanso casi sin opciones al caer por 16-8. Lo de la segunda parte debería sonrojar a los directivos del cuadro parisino, aunque el balonmano es más un pasatiempo en un club con problemas mucho más serios que atañen al fútbol. Ni el dinero casi infinito del que ha dispuesto desde su creación les ha permitido conquistar una Champions y esta derrota es de las que hacen daño.
Tanto, que el Montpellier se ha exhibido en la segunda parte, borrando de la pista a un PSG que perdía por 32-16 a ocho minutos del final y que terminó haciéndolo por un sonoro 33-20. Ahora, el equipo de Canayer ya espera a la semifinal de este miércoles entre el PAUC y el Nantes para conocer su rival en la gran final de la Copa de Francia. Mientras, el PSG llora tras un ridículo espantoso.
