Alemania enviará tanques Leoprad 2 a Ucrania para combatir la invasión rusa. Se trata de uno de los carros de combate más avanzados y modernos del momento. No vamos a entrar en el poder destructivo que puede tener en plena guerra, pero sí vamos a analizar su motor, ya que tiene datos tan imponentes como su aspecto.
Monta el gigantesco propulsor MTU MB 873 Ka-50, un motor de 4 tiempos con 12 cilindros en V y 47.700 centímetros cúbicos. Para hacerse una idea de qué es esto, un coche moderno actual puede tener sólo tres cilindros y 1.300 centímetros cúbicos.
El propulsor del tanque Leopard 2 desarrolla 1.500 CV de potencia. A pesar de que esto supone tener 500 CV más que el Ferrari más potente de la actualidad, tan sólo puede alcanzar los 68 km/h de velocidad punta, lo que es menos de la mitad de lo que corre el famosos Twingo de Piqué. Eso se debe principalmente a que pesa más de 62.000 kilos. Es un monstruo de 7,7 metros de longitud, 3,74 de anchura y 2,64 de altura, con capacidad para 4 ocupantes en el interior.
Para mover sus más de 62 toneladas le hace falta una fuerza increíble. Por ello su propulsor entrega ¡4.699 Nm de par motor! Entre 1.600 y 1.700 rpm. Esto es casi el doble de la fuerza de un camión de mercancías como el Iveco S-Way, o cinco veces más que un Ferrari.
Y esta fuerza se paga, y bien además. El motor del Leopard 2Leopard 2 consume la friolera de 300 litros de diésel cada 100 kilómetros recorridos. Una cifra desorbitada que se convierte en una auténtica locura si la ruta es campo a través, donde el tanque alemán consume ¡500 litros de gasóleo cada 100 kilómetros! Eso quiere decir que con el actual precio del diésel (1.753 euros), ir aproximadamente del centro de Madrid a Ávila, o de Barcelona a Cambris, con el Leopar 2 costaría unos ¡900 euros! Una nimiedad si se compara con los 8,5 millones que cuesta cada unidad del Leopard 2.
Con un consumo de 500 l/100 km, un coche de calle con un tanque común de 50 litros sólo podría recorrer 10 kilómetros. El Leopard, en cambio, tiene cuatro depósitos de combustible, con una capacidad total de unos 1.160 litros, lo que le da una autonomía máxima de 500 kilómetros.
Una curiosidad de este tanque es que, pese a las enormes dimensiones del motor, éste se puede cambiar en tan sólo 35 minutos en medio del campo de batalla. El propulsor y la transmisión con cuatro marchas hacia delante y dos hacia atrás, están separadas del compartimento de la tripulación con una mampara a prueba de fuego.
En el interior del Leoprad 2, la tripulación está protegida contra amenazas nucleares, biológicas y químicas, ya que está totalmente presurizado. Además, su blindaje está diseñado para soportar grandes proyectiles.