El Real Madrid viajó a Rabat con el objetivo de aprovechar su otra competición fetiche, el Mundial de Clubes, para relanzar un proyecto que ha quedado magullado por la acumulación de lesiones y por la irregularidad que el equipo de Carlo Ancelotti está exhibiendo en la Liga. Los blancos están obligados a superar este miércoles (20.00 horas) el primer trámite ante el Al-Ahly egipcio para no echar más combustible a una crisis que amenaza con acabar de un plumazo con el periodo de bonanza que siguió al triplete conseguido la pasada temporada.
El técnico madridista afronta las semifinales del Mundial de Clubes limitado de recursos por culpa de las lesiones que acumula en la columna vertebral. Ausentes Benzema, Courtois, Militao (el italiano espera contar con los tres en la hipotética final del próximo sábado) y Mendy, tendrá que seguir recurriendo al segundo escalafón para superar un teórico partido de trámite.
El mal momento de su equipo sobrevuela por encima de la eliminatoria, al igual que el torbellino en el que está inmerso el brasileño Vinicius por su empecinamiento en convertir cada partido en un duelo personal contra los defensas y los aficionados rivales. Hoy tiene una gran oportunidad para abstraerse de toda esta vorágine y centrarse solo en marcar las diferencias.
FALTA DE PEGADA
El equipo madridista jugará condicionado por la falta de pegada que está mostrando en los últimos partidos y por la presión a la que le someterá el calendario en febrero. Con ocho partidos por delante a lo largo de todo el mes, Ancelotti tendrá que calcular muy bien los recursos físicos de su equipo, que anda bajo de gasolina como consecuencia de la acumulación de partidos y de lesiones.
En estos momentos la línea más sensible a las bajas es la defensa.Todo indica que el entrenador madridista mantendrá la zaga con la que acabó ante el Mallorca (Carvajal, Rüdiger, Nacho y Alaba), y volverá a apostar por Rodrygo para cubrir la baja de Benzema, con Fede Valverde y Vinicius en las bandas. Y en el centro del campo apuntan a fijos Kroos y Modric, con Tchouaméni y Camavinga como alternativas para acompañarles.
Enfrente estará el Al-Ahly, un equipo que, según dijo ayer su técnico, el suizo Marcel Koller, no copiará el planteamiento con el que el Mallorca cortocircuitó al Real Madrid el pasado domingo.
