Es habitual que un dirigente político cambie de manera profunda la dirección de su partido, los grupos parlamentarios, los dirigentes autonómicos y hasta algunos cabezas de cartel municipales cuando llega a la cúpula. Lo que no es tan habitual es que esos cambios afecten también a la fundación de referencia del partido, el laboratorio con expertos que debe dar sustento ideológico a la formación. El PP ha cambiado tres veces en cinco años: Humanismo y Democracia, Concordia y Libertad y, desde este viernes, Reformismo21.
La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), promovida por el expresidente José María Aznar, fue durante más de 25 años, el semillero de debate, reflexión y formación de cuadros del PP. Cuando Aznar rompió con Mariano Rajoy por su supuesta debilidad ante el desafío independentista y se llevó a FAES consigo (perdiendo las subvenciones públicas que conlleva), el partido se quedó sin ese potente actor interno y no se quiso relanzar la veterana Humanismo y Democracia, con la que FAES había convivido. Rajoy la mantuvo a medio gas, pero sin apoyarse en ella.
El expresidente del PP Pablo Casado, en 2018, la renombró como Concordia y Libertad, aunque tampoco logró que la organización, al frente de la cual colocó a Adolfo Suárez Illana, ningún tanto relevante. Ahora, a ocho meses para la campaña de las generales (como mucho), Alberto Núñez Feijóo ha vuelto a rebautizarla, Reformismo21, y ha elegido a Pablo Vázquez como su director (economista y presidente de Renfe entre 2014 y 2016).
Este viernes, el líder de los populares ha presidido viernes la primera reunión del consejo asesor, con una veintena de integrantes, entre los que destacan los exministros del PP Fátima Bañez (Trabajo), Román Escolano (Economía) y Josep Piqué (Industria, Exteriores y Ciencia), Toni Nadal (exentrenador de Rafa Nadal), Rafael Matesanz (fundador de la Organización de Trasplantes), Nuno Crato (exministro de Ciencia portugués) y Teresa Freixes (doctora en Derecho por la Universitat de Barcelona), entre otros.
En su discurso, Feijóo ha dicho que es necesario “reconstruir” España a través de “un gran proyecto sin etiquetas” en el que se “reconozcan la gran mayoría de los españoles” basado en la moderación, la centralidad y alejado de “radicalismos”. “Quiero liderar la reconstrucción en todos los ámbitos, pero no quiero hacerlo solo ni que mi partido lo haga solo”, ha subrayado. “A España le ha llegado la hora de salir de las trincheras”, ha dicho en otro momento.
En la reunión de este viernes, en la que han faltado algunas de las caras más conocidas como Báñez y Matesanz, la veintena de miembros que sí han acudido a la cita en un hotel del centro de Madrid han tenido la oportunidad de conocerse personalmente. “Lo necesitábamos”, dice a la salida Freixes. Cuando se despide de Feijóo, le lanza una primera recomendación: “Tiene que ir mucho a Girona, Tarragona, Barcelona. Tiene que ir a los bares de Girona”. “Sí, sí, claro, lo haré”, le responde.