El PP teme que los alcaldes socialistas del sur hagan tambalear la mayoría de Ayuso

Las elecciones autonómicas del próximo 28 de mayo serán muy distintas a las de mayo de 2021 para Isabel Díaz Ayuso. El contexto será muy diferente, con una pandemia que ha quedado atrás, y el planteamiento de los partidos, también. En el PP son conscientes de que la presidenta del Ejecutivo regional ya no se presenta en solitario contra el Gobierno de Pedro Sánchez, como quiso hacer notar en su última campaña, sino que los ciudadanos se encontrarán en las urnas la papeleta de los alcaldes y eso, reconocen tanto en el PP como en el PSOE, influirá necesariamente en el resultado electoral.

Fuentes del entorno de la presidenta madrileña reconocen que, a diferencia del impulso que la repetición electoral del 4-M supuso para Ayuso, en la próxima cita la mayoría absoluta que persiguen será “muy complicada”. En Sol son conscientes de que el contexto de hace apenas año y medio, con una confrontación absoluta con Sánchez y con Pablo Iglesias como adversario directo, el marco político que revistió la campaña con el lema “comunismo o libertad” sirvió para defender su gestión en la pandemia, pero dentro de seis meses ese marco difícilmente se repetirá.

Dos papeletas frente a una

Las localidades del sur de la Comunidad serán clave en ese resultado. Entienden las mismas fuentes del PP madrileño que algunos alcaldes socialistas de municipios del cinturón rojo de la región “están muy consolidados” y será difícil que cojan al mismo tiempo “la papeleta de su alcalde socialista y la de Ayuso para la presidencia autonómica”. Algo que sí ocurrió en mayo de 2021: muchos votantes del PSOE decidieron apostar por la dirigente popular. “Pero eran solo unas autonómicas. No tenían que votar a su alcalde y eso ahora lo cambia todo. Quienes vuelvan a votar a su alcalde socialista, probablemente, votarán también a la izquierda en las autonómicas”, reflexionan.

Es la misma observación que hacen los socialistas en la región, que creen que el próximo mes de mayo ya no se puede plantear una campaña como un “referéndum o plebiscito” en el que solo se puede elegir entre Ayuso y Sánchez. El PP volverá a llevarse los votos de Ciudadanos en las autonómicas, como ocurrió en mayo de 2021, y hará lo mismo en las municipales que se avecinan, reconocen fuentes del PP y de la formación socialista, pero añaden estos últimos que lo que perciben con sus encuestas internas es que “el PP no arrastra voto de los alcaldes que se mantienen estables. Y esto lo sabemos nosotros y lo saben ellos“, dicen en referencia al PP. “Lo normal”, y lo que deducen de sus datos, es que en los ayuntamientos donde la gestión ha sido buena, o al menos no ha habido grandes problemas, “no haya voto de castigo”.

Contexto interno del PP nacional

Para Ayuso cambia también el contexto dentro del PP. En aquellas elecciones, la presidenta madrileña rompió el esquema de coaliciones con Ciudadanos que los populares necesitaron para gobernar en diferentes comunidades autónomas y eso dio un impulso a su papel como lideresa regional del partido. Pero a pesar de gobernar en solitario, hoy sigue necesitando el apoyo de Vox. Si no consigue retener al menos los votos prestados por simpatizantes del PSOE, se dificultará su carrera hacia la mayoría absoluta que sí consiguió su compañero de filas, Juanma Moreno, en Andalucía. Por eso, en el núcleo duro de Ayuso empiezan a lanzar la idea de que en caso de no conseguir la absoluta, lo que necesitarán es reeditar lo logrado hace un año y medio o, al menos, acercarse mucho a esos números.

En ese camino, apuntan en el PP, será clave también recortar los apoyos de Vox, con quien la relación se ha tensado en las últimas semanas en la Asamblea de Madrid a cuenta de los presupuestos regionales. Ahí entienden que hay margen para que electores que apoyaron a los ultra “regresen a la casa del PP” y las últimas meteduras de pata del partido de Rocío Monasterio (como registrar tarde sus enmiendas a los Presupuestos) creen que ayudarán a ese reto.

Sanidad frente al discurso nacional

La política nacional, con la evolución de las polémicas en torno a los delitos de sedición, la malversación o el castigo que el Gobierno quiere imponer para los vocales del CGPJ que bloqueen los nombramientos del Tribunal Constitucional pueden ser también el próximo mes de mayo un arma para su campaña, pero la presidenta tiene otro asunto de gestión autonómica, la sanidad, que puede también marcarle el paso.

En Sol, tras días en los que no tenían claro cómo se desarrollaría la huelga de los profesionales sanitarios, están convencidos de que han encontrado un elemento que les permite consolidar la idea de que la huelga es solo una cuestión política: los audios de una doctora del comité de huelga que aseguraba que había que alargar y mantener la presión hasta las elecciones. Pero en el PSOE creen que la crisis sanitaria no impedirá a sus alcaldes cosechar buenos resultados y que, en cambio, sí puede afectar negativamente a Ayuso.

Pugna de la izquierda

A pesar de los temores de los populares, también es cierto que hay sectores del partido que consideran que el peso de los alcaldes socialistas afectará solo a la pelea que tienen PSOE y Más Madrid por consolidarse como fuerza líder de la oposición. Juan Lobato, secretario general del PSOE y candidato a la Asamblea de Madrid, sube en intención de voto, apuntan tanto en su formación como en el PP. Los socialistas tienen un peso municipal que no tiene Más Madrid, explican en ambos lados, y eso repercutirá positivamente en el PSOE regional. La clave en esa pugna de la izquierda, apuntan los socialistas, están en qué pasará en la capital, donde es aún una incógnita el peso que tendrá la ministra Reyes Maroto como candidata y donde Más Madrid está asentada como formación urbana.

Las encuestas en el sur

Alcorcón, Fuenlabrada y Getafe son algunos municipios del sur donde el cartel socialista resiste. En ellos, como en Móstoles, Leganés o Rivas Vaciamadrid el PP mejora los resultados respecto a las municipales de 2019 porque incorpora los votos que pierde Ciudadanos, pero estos son votos que Ayuso ya sumó a su lista en las elecciones de 2021, por tanto, aunque pueden provocar un cambio de gobierno municipal, no necesariamente supondrán una mejora de los populares a nivel autonómico.

La última encuesta realizada por Gad3 sobre Getafe apunta que la alcaldesa socialista Sara Hernández mejorará sus resultados y tendrá opción de reeditar el pacto con Podemos y sumar más que las derechas. En Fuenlabrada, Javier Ayala fue en 2019 el alcalde más votado de la región y nada apunta que la candidata popular, Noelia Núñez, vaya a provocar un vuelco en esta localidad. En Alcorcón, la alcaldesa Natalia de Andrés había superado todos los trámites internos del PSOE para ser reelegida como candidata, pero ha decidido dar un paso atrás una vez que la Justicia ha dictado su inhabilitación para la dirección de empresas por considerarla culpable de que empresa municipal del suelo entrara en concurso de acreedores. Ese paso atrás, apuntan en el entorno socialista, solo se produce porque el candidato popular, Antonio González Terol, sigue lejos de lograr la alcaldía, y el PSOE no quiere correr el riesgo del desgaste por la inhabilitación. En Móstoles y Leganés, también según Gad3, el PP dobla sus resultados a costa de Ciudadanos y el PSOE pierde varios ediles, pero el cambio de ambas alcaldías, solo posible con la suma de Vox, no necesariamente supondría más votos para Ayuso respecto a 2021.

 

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