El Obispado de Córdoba reprende a un cura por expulsar a un menor de una misa

El Obispado de Córdoba ha reprendido al sacerdote que ofició la misa del domingo pasado en la parroquia de Santa María de Gracia de Montalbán por el trato que dispensó a la familia de un menor con discapacidad durante la homilía, obligándola a salir del templo, unos hechos que han provocado gran revuelo en el municipio. El sacerdote reprendido ofició la misa en sustitución del párroco titular.

Según han explicado a este periódico los padres del menor, que tiene 7 años y está asistiendo a la catequesis para preparar su comunión del año que viene, su hijo tiene una enfermedad rara y una discapacidad que supera el 57%, lo que le impide comportarse con normalidad. “Él dice palabras sueltas“, explica la madre, Rafaela Zamorano, que añade que su hijo no puede seguir los actos de la eucaristía al ritmo normal, pero que conoce al sacerdote titular de la parroquia, que ya sabe de la situación del menor.

La madre sigue explicando que cuando su hijo vio que no era el sacerdote que él conoce reaccionó y empezó a pronunciar algunas palabras y se mostró inquieto, ante lo que el cura sustituto indicó que “si el niño no sabe comportarse, la madre debería sacarlo a la calle” y cuestionó la educación que los padres le estaban dando.

Ante tales comentarios, sigue explicando la madre, optaron por salir de la iglesia, actitud que fue secundada por la catequista del menor y por otras familias e indican que aunque el oficiante fue informado de la situación del niño, el cura no depuso su actitud y siguió reprochando su comportamiento, lo que provocó la indignación de otros fieles.

Indica la madre que al terminar la misa volvieron a entrar acompañados de otras familias y de la catequista para pedir una explicación y disculpas al sacerdote que se resistía a hacerlo. “Al final, con una actitud muy borde y con una sonrisa de indiferencia se puso de rodillas delante nuestra y nos pidió perdón“, lo que no aceptó la madre porque «era un perdón falso».

La familia puso el caso en conocimiento del sacerdote titular y del Obispado que inmediatamente ha tomado medidas.

La primera actuación fue ponerse en contacto con los padres del menor para pedirles perdón, extremo éste confirmado tanto por la madre como por la Diócesis cordobesa, que ha informado a este periódico de que «por medio del vicario general de la Diócesis, Antonio Prieto Lucena, se puso en contacto con la madre del niño para transmitirle las disculpas por el trato injusto recibido por su hijo durante la celebración de la eucaristía en la parroquia de Montalbán». 

El Obispado explica que «en esta conversación, el vicario general puso a disposición de la familia los recursos necesarios para reparar el daño» y añade que “el sacerdote que presidió la eucaristía ha sido corregido y reconoce su gravísimo error. La Diócesis de Córdoba lamenta profundamente lo ocurrido y quiere mostrar su cercanía, afecto y consideración a la familia del niño“.

Rafaela Zamorano ha indicado que, además, desde el Obispado se les ha pedido que remitan un escrito explicando todo lo ocurrido. 

 

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