Joel Blanco, a sus 31 años, está comenzando, como quien dice, a vivir del arte. Él mismo reconoce que le ha costado. Durante años lo ha compaginado con el trabajo de futurista, colocándose entre los 25 mejores de España, según “Forbes”. En ese campo, realiza diseños-ficción de cosas que podrían acontecer en el futuro. No obstante, lo que más le gusta es realizar obras de arte donde el humor es el amo. Este verano intervendrá en las Torres Hejduk de la Cidade da Cultura. Recientemente, una escultura suya deambuló por España produciendo bitcoins.Con él, la idea de artista va más allá.
“Es complejo de explicar. Yo quería trabajar sobre la idea del vacío y cómo nos sentimos atraídos por las cosas que aparentemente no tienen nada que contar. Se materializó en canciones y en el vídeo ‘Cómo soplar una polla’”. El artista gallego Joel Blanco explica así qué hay detrás de una de sus obras más llamativas.
En ella, señala “estoy literalmente soplando una polla de vidrio y el vídeo es un tutorial sobre ello. Lo que quiero es jugar con la idea del vacío porque puedes mirar una pieza y puedes disfrutarla sin ver nada más detrás para apreciar las cosas por lo que son”, además de reconocer que le gusta “jugar con las capas de significado y la semiótica”.
Retrato de Juan Borgognoni. JUAN BORGOGNONI
“Cómo soplar una polla” es una obra de arte en vídeo que tiene su versión en NFT, Non Fungible Token de manera que puedes tener la propiedad intelectual y la explotación del vídeo más la obra física.
“Lo que le da forma al vidrio soplado es el vacío interior; y en el caso del donut, el agujero del medio. Ocurre lo mismo con la música pop”, critica el artista coruñés.
Esa idea de falta, de ausencia, también la plasma en otra de sus obras, “Donut”, un puff con forma y color del dulce redondo en el que se podrían sentar unas diez personas.
Otro mueble en el que ha trabajado y que invita a reflexión filosófica contemporánea es “Messless”. Se trata de una pieza con mucho aire interior donde se pueden colgar o depositar prendas de ropa sin que estén ordenadas.
“Está a la venta y funciona. Por la disposición que tiene no te permite colocar cosas de manera ordenada. Es una manera de subvertir el significado del desorden. Imagínate que tienes una habitación desordenada, si todos los muebles fueran así, la ropa amontonada ya no estaría desordenada. De manera natural, lo que surge es que las cosas se vayan desordenando. Ordenar es un acto consciente. Yo quería jugar con la idea de ¿qué pasaría si el desorden fuese el orden?”, reflexiona Blanco.
Armario Messless para tener la ropa desordenada.
En lo concerniente a su relación con la música pop, en su web joelblanco.com podemos encontrar temas como “Mi vida”. En este, va describiendo con frases reiterativas las distintas fases por las que pasa la persona enamorada hasta que se desnamora mientras en unas imágenes se ve un dedo corazón toqueteando diferentes cosas huecas.
En otra pieza, vemos la escultura dorada de un perro conectado a la red eléctrica. La obra se ha mostrado en varios centros de arte y galería de Valencia, Madrid o Barcelona y su ‘moraleja’ reside en que produce dinero a través de dogecoins, una moneda virtual.
Asegura Joel Blanco que ahora hace lo que le “da la gana “ en arte sin que se autocensure ni piense en posibles compradores. Lo dice tras con NoNovia ofrecer una muñeca que te acompañe en casa o ideando un photocall para Iberia que te permite hacerte fotos en lugares sin tener que viajar a ellos.