El extremo que necesita Xavi

Es evidente que a Xavi le falta un extremo, un jugador de banda que marque diferencias en el uno contra uno, sea profundo y surta de buenos balones para el remate al delantero centro que, por cierto, va camino de ser el Pichichi y llegó como Bota de Oro europeo.

Tiene a Dembélé, eléctrico, desequilibrante, buen asistente, pero Ousmane tiene el punto débil de las lesiones y no es conveniente asumir este riesgo sin un plan B, como estamos comprobando ahora mismo.

El sistema de Xavi necesita, como mínimo, dos extremos-extremos, de los que van hacia la línea de fondo, no de los que zigzaguean hacia dentro. Los necesitaba más al principio, cuando tenía fe absoluta en el 4-3-3, pero los sigue precisando una vez constatado que Raphinha no es lo mismo que Dembélé.

El brasileño le ha fallado en sus previsiones iniciales, no en vano, el entrenador exigió su fichaje además de la renovación de Dembélé para tener a dos extremos de verdad. Entonces ya sabía que Ansu Fati y Ferran Torres no lo eran, quería a dos puñales en las bandas, pero por las circunstancias que se han dado no ha sido suficiente.

LA SOLUCIÓN. La lesión de Dembéle lo ha trastocado todo. Especialmente ha dejado seco a Lewandowski. Y como Torres no tiene gol y Ansu Fati no encuentra su sitio, el equipo pasa por su peor momento de la temporada. Xavi, Lewandowski y el equipo necesitan otro extremo. El técnico ya no lo esconde y en Getafe puso a un lateral como Balde en la punta izquierda. Primer intento, a la desesperada, fallido.

Tiene la opción Alba, pero no es solución. Hay que traer a otro. Por eso se exploró la posibilidad de Carrasco, que pierde fuerza. También está Olmo, que puede jugar de extremo, pero no es su demarcación prioritaria. Olmo tiene otras virtudes y seguramente, esperemos, se le valora por estas. Pero no desesperemos. Hay solución. Y barata.

Se llama Abde, que en Osasuna ha confirmado que es rápido, profundo, desequilibrante y tiene un excelente uno contra uno. En un momento en que la economía no está para inventos, es un regalo caído del cielo.

La clave: la lesión de Dembélé ha dejado seco a Lewandowski y el futuro plan B es Abde.

 

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